He aquí una de las circunstancias que definen a la maternidad. Ser madre, hace ser mejor persona.
El otro día leí un artículo que hablaba un poco de todo esto. En él, se sucedían relatos breves de madres anónimas que aseguraban que el embarazo, y el ser madres, les había cambiado, de manera especial, en aspectos concretos. Os comento algunos, a ver si os sentís identificadas.
Una de ellas, sostenía que desde que se quedó embarazada, se volvió una persona mucho más sana. Al principio por obligación, teniendo que olvidarse del tabaco, su gran vicio, y una vez nacido su bebé, por placer, de ‘ver que el haberse cuidado ella había repercutido en la buena salud de su hijo’. Eso le gratificaba, y por ello siguió llevando una vida saludable a partir de entonces.
Otra, aseguraba que el embarazo le había hecho ser más fuerte, porque habían sido nueve meses muy duros, llenos de sustos y altibajos emocionales, y que, una vez que tuvo a su hija, se dio cuenta de la fortaleza tan grande con la que contamos los seres humanos. ‘Que eso de la debilidad no existe’ , si se trata de salir adelante por un hijo.
‘Ya no miro por mí, si no por él’, decía otra de las protagonistas del artículo, emocionada. Y es que la chica en cuestión, que había sido madre soltera, decía que desde que vio la cara de su niña, todos los miedos y las dudas, al ser una mamá tan joven y estando sola, se disiparon de repente, y nunca más volvieron. Hoy, su hija tiene 5 años. Bonito ¿verdad? Aunque imagino que duro, también habrá sido...
¿Cerramos la semana contando aquí vuestras experiencias?
¿En qué podéis decir, que estar embarazadas o haber tenido a vuestros bebés, os ha cambiado para siempre?
Feliz fin de semana y feliz puente, ¡a quién lo tenga!