¿Por qué tenemos asumido que los padres dicen, dictan y en ocasiones gritan y los hijos obedecen? ¿Es la educación un contexto unidireccional en el que los niños absorben normas sin posibilidad de dar feedback? Los expertos en crianza respetuosa defienden que cuanto más severo y duro sea nuestro lenguaje con nuestros hijos, más se bloquearán y menos caso nos harán. Si, como leéis. Puede que a corto plazo nos parezca una opción fácil, y lo suficientemente contundente para que nuestros hijos dejen de portarse mal pero a la larga, lo que estamos generando es un clima de hostilidad muy difícil de sobrellevar, además de crear miedo e inseguridades en ellos y hacer que su autoestima decrezca.
Como veis ¡todo son desventajas! Los gritos nunca ayudan. No sólo cuando nos referimos a la educación, sino a nuestras relaciones personales, conyugales, con compañeros de trabajo...Tener buenas formas siempre es un reclamo para hacer las cosas bien, una garantía de éxito.
El otro día, sin ir más lejos, presencié en el metro una situación que al principio fue violenta, pero después creo que nos ayudó a muchos espontáneos que la presenciamos a ratificarnos en esto ''gritar no debe ser nunca una opción''. Una madre entraba nerviosa al vagón con su hijo de no más de 5 años de edad. Le cogía fuertemente de la mano, con ése halo protector que sólo tienen las madres. El niño entró al vagón con gesto claramente enojado. Entre gritos, lloros y pataletas, le pedía a su madre que le tomara en brazos, pero la mujer ignoraba las demandas de su hijo disponiéndose, en cambio, a leer un microrrelato de esos que algunos vagones tienen a nuestra disposición para fomentar la lectura. Pero el peque proseguía en su intento de que su madre le portara. La madre, después de unos segundos, le miró fijamente, le tomó la cara con ambas manos y le dijo con tono suave pero muy firme: ''cariño, eres ya muy mayor y mamá no puede cargarte en brazos,porque además le duele la espalda, lo siento''.
¿A que nunca habrías esperado tal respuesta de aquella madre que parecía estar sumida en un tsunami de nervios? Esta frase, aunque aparentemente parezca que no dice nada, está cargada de significado y constituye todo un alegato de crianza consciente y respetuosa en sí mismo. ¿Lo sabría aquella mujer? Lo dudo, puede que sí. Yo, que permanecía absorta observando la situación, me di cuenta de que tanto leer sobre métodos de crianza, te lleva a presenciar estas situaciones y a darles un enfoque positivo. Algún testigo miró a la mujer con cara de '¡Menuda estupidez, encima pidiéndole perdón al hijo! '' mientras que otros pasajeros murmuraban hacia sí o entre ellos, en torno a lo que estaba sucediendo.
Os resumo los estadios de la respuesta de la madre para que los identifiquéis con los criterios de los que os hablo:
- Cariño (nos dirigimos con tacto y amor hacia ellos) ''eres ya muy mayor (una realidad que además, elogia al niño) y mamá no puede cargarte en brazos porque además le duele la espalda (explicación, los Por qué son beneficiosos siempre) Lo siento (nos disculpamos, no porque sea nuestro hijo hay que renunciar al respeto)
Pero ahora viene la mejor parte. ¿Cómo creéis que reaccionó aquel niño que parecía que nada ni nadie en este mundo iba a calmarle? En silencio. Primeramente sorprendido, después entró en una especie de estado de reflexión que muy pocas veces he visto en niños tan pequeños y pizpiretas. Finalmente dijo un breve: 'vale'.
No sé si a los testigos les sorprendió más la actuación de aquella madre, que supo mantener la calma, o cómo su hijo se relajó como si de una serpiente encantada se tratara.
Seguro que muchos pensáis que se trató de una casualidad, de que en realidad ésa madre y ése hijo protagonizan verdaderas disputas que no siempre acaban con final feliz. Lo ignoro, podría ser, pero aún así me pareció un hecho bastante simbólico y revelador. Algo que funcionó aquel día y en aquel momento y por lo tanto algo que PUEDE OCURRIR. Por eso quería compartirlo con vosotros. También me acordé de la entrevista con Nuria, de Educar para el futuro y algunas de sus palabras que más me gustaron ''Debemos trabajar la capacidad de decir que no de un modo tranquilo, de expresar nuestro punto de vista sin necesidad de atacar a nadie ni ponernos a la defensivaLos niños a veces tienen conductas inapropiadas o quieren hacer cosas que no son posibles, podemos expresarles nuestro punto de vista y nuestros motivos de un modo respetuoso.''
¿Qué os parece? ¿Creéis que el lenguaje y la comunicación positiva y respetuosa pueden, efectivamente, lograr mejores resultados con los peques?