Somos familia canguro

Ya es oficial. Desde hoy estamos activos en la bolsa de familias canguro de Baleares.

Esto es que estamos disponibles para acoger en nuestra familia a niños en situación de desprotección infantil, que no pueden convivir con sus padres por diversas situaciones de desamparo, y evitarles así que vayan a un centro de menores.

Lo vamos a hacer. Vamos a abrir nuestro hogar a un niño o niña que necesite una oportunidad para salir de una historia familiar llena de dificultades y desengaños.

Es algo que siento que tengo que hacer. ¿Recuerdas que en el post de 4 maneras de sanar a tu niño/a interior te dije que estaba preparando algo que me iba a ayudar a sanar? Me refería sobre todo a esto. 

Ser familia canguro no es una decisión de ahora. Es algo muy pensado, meditado y consensuado. Ya lo decidimos cuando Sunflower tenía tres años. Entonces iniciamos todo el proceso de capacitación, pero cuando lo acabamos, no estábamos todavía preparados.  Ahora, cuando ella tiene cuatro años y medio, y nuestra vida se ha organizado de otra manera mucho más fluida,  el momento ha llegado. Y Chicosolitario, con su gran corazón, me apoya. ¡Estoy tan agradecida de tenerle y que me acompañe en todas mis locuras!

Así que ya no hay vuelta atrás, hoy me han comunicado desde menores que estamos en activo.

¿Qué es una familia canguro?

La figura de la familia canguro pertenece a un programa de acogida familiar temporal (máximo 2 años) del Servicio de Menores y Familia. En Mallorca lo lleva el IMAS.

Es una figura que existe en todas las comunidades autónomas de España.

La familia canguro acoge temporalmente niños y niñas de 0 a 6 años que se encuentren en una situación de desprotección.

El objetivo principal es que  tras las intervenciones de servicios sociales retornen con su familia de procedencia, cuando ésta reúna las condiciones necesarias para poderse hacer cargo del menor, y si esto no es posible pasarían entonces a la lista de adopción, que es otro programa distinto.

¿Qué hay que hacer para ser familia canguro?

Desconozco si el proceso de valoración y formación es el mismo para todas las comunidades, pero imagino que no debe ser muy diferente.

Toda persona mayor de edad, con buen estado de salud, que sienta la motivación de abrir su corazón y su casa a los niños con necesidad de protección puede hacerlo.

Después de solicitar cita el Servicio de Menores y Familia hay que pasar el siguiente proceso:

Entrevista inicial de solicitud del programa (donde hay que presentar documentación variada; vida laboral, patrimonio, renta?).
Si estás aceptado, accedes al curso de formación de familias canguro (en Mallorca suelen hacer  dos cursos al año). Es un curso presencial y nos supuso dos tardes a la semana durante un mes. Tiene un examen final, aunque muy facilito.
Después del curso se hacen dos entrevistas más en profundidad, con técnicos del servicio de menores y otra con el gabinete de psicología de menores.
Por último, los técnicos de menores hacen una visita a tu domicilio.
¡Ah! Y también tuvimos que redactar y entregar una biografía de nuestras vidas, lo cual fue bastante divertido, por cierto. 

La verdad es que cuando lo solicité, no tenía ni idea de que fuera tan largo y puntilloso el proceso de valoración, pero entiendo por qué lo hacen así. En total tardamos unos cuatro meses en tenerlo todo listo, aunque tuvimos suerte y el curso estaba a punto de empezar cuando lo solicitamos, porque hay familias que han tenido que esperar muchos meses más para hacer el curso de formación.

Sobre el curso tengo que decir que fue una experiencia muy enriquecedora. Tuvimos la oportunidad de conocer a personas, todas muy distintas, con diferentes tipologías de familia, pero con un mismo fin e ilusión, el de ayudar a niños que lo necesitan. Fue una experiencia intensa que nunca olvidaré.

¿Por qué queremos ser familia canguro?

Ya te he hablado de la importancia enorme que tienen los primeros 7 años de vida de un niño para su desarrollo futuro como adulto.  ¿Te imaginas cómo puede ser pasarlos en un centro de menores, sin el calor de una familia o de una figura amorosa que realmente te cuide?

Los niños merecen ser salvados, cuidados, mimados, amados. Son nuestra mejor inversión para el mañana.

Además,  tendemos a repetir los esquemas de funcionamiento que hemos vivido de pequeños en nuestra familia, en nuestro hogar. Son mecanismos inconscientes que se quedan fijados en nuestros modus operandi.

Si mi madre me gritaba cuando estaba nerviosa, es probable que yo grite a mis hijos también. Si mi padre me pegaba, es probable que yo pegue también. Como no hagamos un trabajo de ser muy conscientes de nosotros mismos, el automático sale.

Entonces, ¿qué pasa con los niños que sólo viven desamparo, maltrato, abuso? Es muy probable que esto lo perpetúen también en su vida adulta. Bueno, más que probable.

Así que yo deseo ofrecerle al menos a un niño, una semilla de esperanza.  No vamos a poder cambiar todas sus condiciones de vida, pero sí podremos hacer que vivencie algo diferente, el calor de un hogar, de una familia, en la que nos miramos, nos respetamos, nos cuidamos, nos amamos.

Y quizás, algún día, cuando ese niño o esa niña tome las riendas de su vida, en el fondo de su corazón sabrá que es posible vivir de otra manera, que es merecedor de una vida plena, fuera de las miserias que ha tenido que soportar.

¿Qué sacamos a cambio?

Nada. O todo. Según se mire.

Para empezar  creo que va a ser una experiencia que nos va a hacer madurar como familia, nos va a permitir conocernos mejor y amar a otro que realmente lo necesita. Y para Sunflower creo que puede aportarle cosas tan positivas... 

Además, si en algo están de acuerdo la mayoría de las escuelas místicas de distintas religiones es que el amor altruista, a cambio de nada,  es sanador, llena vacíos emocionales y te lleva a la autorrealización.

No lo sé. Os lo podré explicar mejor después, cuando lo hayamos vivido.

Soy muy consciente de que va a ser algo temporal, y que habrá una despedida. Nos han preparado mucho los técnicos de menores para ese momento, pero en el fondo sé que un niño necesita estar con sus padres. Y de alguna manera tendremos que sobrellevarlo.

Bueno, tenía ganas de compartir contigo esta noticia. Me encantaría que pudiera inspirarte a ti y a otras familias a hacer lo mismo. De verdad hacen falta familias con buen corazón.

Por supuesto te iré contando nuestra experiencia, que me tiene algo inquieta, ¡casi me siento como cuando Sunflower estaba a punto de nacer!





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