Los grandes logros de la historia de la humanidad siempre han brotado de un sueño, un primer deseo que se ha ido transformando hasta convertirse en realidad.
Quizás soñar con una escuela pública nueva, diferente, en la que los niños y niñas sean respetados en sus ritmos de aprendizaje, en la que no haya imposiciones ni castigos, en la que se alimenten los talentos y se despierte el interés por descubrir el mundo, sea un sueño demasiado irrealizable.
Algunas personas lo creen así, lo dan por imposible.
No es mi caso.
Tengo la certeza de que algún día esta escuela pública soñada llegará, y estoy tan segura de ello porque son cada vez más los profesionales de la educación que han despertado y que cada día se están preparando, están luchando y están transformando la escuela pública.
Una de esas personas, para mí un ejemplo, es nuestra nueva colaboradora en De mi casa al mundo, que a partir de hoy llevará la sección “Soñando una escuela”.
Y hoy, su primer día en el blog, tiene cosas muy interesantes que contarnos. Así que te dejo con ella y te doy la bienvenida al rincón donde conocerás la nueva escuela pública, que ya se está gestando en España y en el mundo.
Turquesa
Emocionada por dar comienzo a esta sección, me gustaría dar inicio a esta serie de artículos hablando un poquito sobre mí y lo que nos gustaría que fuese este espacio para Aguamarina y para mí.
Fiel al estilo del blog, utilizaré el pseudónimo de “Turquesa”.
Soy maestra de educación infantil y trabajo (felizmente) en la escuela pública.
Actualmente estoy en una escuela rural preciosa ubicada en un hermoso pueblo pesquero. Pero para llegar hasta aquí antes pasaron muchas cosas…
Un poco sobre mí
Nací en Teruel pero nos mudamos pronto y pasé toda mi infancia en Castellón. Así que allí fui a la universidad y realicé la carrera de magisterio. Cuando acabé, me apunté a la bolsa de interinos de Cataluña y tuve mucha suerte porque al año siguiente me llamaron para hacer una sustitución para todo el curso escolar.
Recuerdo que salí de la carrera cargada de emoción, con ganas de afrontar retos, con ilusión…
Pues bien, después de esa primera experiencia en la escuela pública estuve seis años sin volver a pisarla… Sentí mucha confusión entre lo que esperaba encontrar y lo que realmente encontré.
Esos años los apliqué intensamente a realizar una de mis grandes pasiones: viajar. Para mí, viajando se viven experiencias sin igual, intensas emociones te llenan de arriba a abajo, se produce una apertura de mirada, de consciencia… Así que pasaba un tiempo fuera y luego volvía a trabajar en sitios donde poder recargarme y asentar cada una de las sensaciones vividas: Prepirineo Aragonés, Pirineo Catalán… Naturaleza en estado puro…
Cada vez tenía más claro que lo que me motivaba era la educación, estar en la escuela, aunque aún no acertaba a saber cómo.
Mi formación en pedagogías alternativas
Así que empecé a indagar sobre metodologías alternativas y fui a Barcelona a hacer un postgrado en Educación Infantil Waldorf. Ahí fue cuando decidí que lo que quería hacer era ayudar a llevar el cambio a la escuela pública, llevar a cabo pequeñas incursiones que se salieran del rígido sistema…
Así que me presenté a oposiciones, aprobé y ¡me vine a Mallorca dispuesta a ello!
¿Y qué conseguí?
Pues, la verdad, que el primer año ¡no mucho! Tenía muchas cosas que asentar… pero me uní al grupo de Renovación pedagógica de Mallorca, empecé a conocer a gente y fui Mamá, mi hija fue mi gran maestra.
Después hice una formación que, literalmente, cambió mi forma de ver la educación y, sobre todo, mi manera de estar con los niños y conmigo misma en el aula. Me refiero a la Formación en Educación Autodidacta, que imparten unas personas formadas directamente con los Wild. Y, para mí, la manera en que los Wild entienden la educación es de lo más coherente que he escuchado y leído en mucho tiempo.
Al cabo de un año fui a parar a una escuela en la que, casualmente, trabajan por ambientes.
Ahí aprendí muchísimo, me seguí formando y conociendo a gente muy interesante (entre ellas a Aguamarina ;)).
Más tarde, junto con tres grandes amigas, formamos una asociación, Es Niu, a través de la cual intentamos llevar una mirada más consciente y coherente, a las personas que se acercan a nuestros encuentros.
En la actualidad
Y ya nos encontramos de nuevo en el idílico pueblo pesquero de la costa de Levante mallorquina… En esta escuela, se trabaja mano a mano con la naturaleza, hay mucha implicación por parte de los padres, se respetan los ritmos de los niños… Otro día os lo contaré…
Pues bien, hace ya algún tiempo que me apetecía unificar de alguna manera todas las vivencias que voy haciendo acerca de una de mis pasiones: la educación; Las visitas a escuelas, los diferentes cursos de formación que voy realizando, las jornadas educativas, el turismo pedagógico (del cual ya os hablaré más adelante), los libros que me acompañan...
Nace “Soñando una escuela”
Hay muchos blogs sobre educación, sobre diferentes metodologías o maneras de hacer en clase, materiales para descargar, sobre el uso de las nuevas tecnologías...
En este espacio me gustaría hablar sobre educación, pero sobre todo de la educación pública. Porque (no sé por qué ahora me viene a la cabeza aquel vibrante discurso de Martin Luther King) yo tengo un sueño...
Un sueño en el cual la educación pública es una educación de calidad, en el que hay una nueva mirada hacia los niños, en el que los maestros tratan con respeto, con empatía, sin jerarquías, de tú a tú, un sueño en el que se deja de considerar a los niños como sujetos vacíos de contenido y se les acompaña para que desarrollen sus diferentes potencialidades, una escuela que respete los ritmos de aprendizaje de cada una de las personas que la habitan, una escuela al alcance de todos... ¿Es mucho pedir?
Yo tengo un sueño y soy incapaz de deshacerme de él, así que intento hacer pequeñas intrusiones en la sociedad para colaborar con el cambio de paradigma educativo que ya se palpa en el ambiente.
En estos momentos vivimos momentos de cambio a todos los niveles, y uno de ellos se está haciendo evidente en nuestras escuelas. Escuelas de cambio, escuelas que apuestan por esta otra mirada, que evolucionan, que se dejan de rígidas estructuras para dar paso a la sencillez, la humildad, la humanidad, la flexibilidad y los ritmos de aprendizaje pausados.
Poco a poco os iré mostrando qué escuelas ya se han subido al trampolín y se han lanzado hacia esta otra manera de acompañar, de mirar a la infancia, libros que acompañan este movimiento, jornadas y encuentros que intentan un cambio de consciencia, personas que ayudan con su labor a hacer de este camino un rumbo cercano...
Quisiera acompañar esta primera entrada con un post que escribió hace unos meses Aguamarina sobre escuelas públicas. Gracias a esta gran labor muchas escuelas pudieron darse a conocer y muchas familias se acercaron a ellas con esperanza.
¡Es posible, yo lo he visto (y no me he ido a Finlandia) y os lo voy a mostrar!
Os espero el próximo mes en...
“Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él. – Paulo Coelho>>
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