Hoy quiero escribir un poco sobre mi proyecto de vida y mi decisión firme de emprender, este ha sido mi sueño desde hace mucho tiempo, he acariciado esa idea por años, hasta que la vida me trajo a este país, y dejando atrás todo lo que construí, me vi aquí comenzando de nuevo y sin absolutamente nada que perder, y veo que la vida da las vueltas que tiene que dar para ponerlo a uno en el lugar donde debe estar.
Como mamá, hoy siento la responsabilidad de educar a mi hijo bajo otra perspectiva, el mundo ha cambiado y continuará haciéndolo, la tendencia es hacia el emprendimiento, cada día las empresas dependen menos de las personas, por lo que en unos años, se calcula que serán muchos los profesionales que salgan de las universidades a engrosar las lista de desempleados, y en la acera de al frente muchos jóvenes comienzan el camino de emprendimiento aprovechando las millones de oportunidades que las redes sociales están aportando, es todo un camino ilimitado de posibilidades.
Pero este camino, está lleno de tropiezos, de piedras, de muros, pero lo mejor de todo es que todos esos tropiezos están en nuestra mente, es decir que está en nuestras manos derrumbar todos los obstáculos, depende de nosotros mismos avanzar o parar, claro que hay y seguirán habiendo muchos no, sobre todo de tus amigos, de las personas que crees más cerca y que en este momento se alejan, pero no los culpo, tienen miedo, miedo a todo, miedo a lo que sea, miedo a un sacrificio, hasta el más pequeño, miedo incluso a escuchar, no les interesa, la zona de confort es más segura, es más predecible y lo coloco en comillas porque todo lo que dependa de otro es impredecible en realidad. Nos acostumbramos tanto a un ingreso seguro, que todo lo que esté fuera de eso, es out, y fue eso lo que viví por tantos años, es para trabajar para otros para lo que te preparas, en la universidad, en casa, es lo que escuchas desde que eres niños, prepararte para conseguir el trabajo perfecto, pero si no lo tienes, no importa si solo sobrevives, igual preferimos un trabajo seguro.
Es muy triste que solo un 1% de toda la gente se atreva a emprender, se atreva a luchar por ser libre, por dejar de trabajar por centavos y comenzar a trabajar por su independencia, financiera, mental y espiritual.
Mientras te acostumbras a ver como tus conocidos se alejan, comienzas a acostumbrarte a ver como los que ni siquiera sabias que existían, pero que también tienen una inquietud y que no se conforman, empiezan a aparecer y poco a poco vas identificando, quien si, quien no, cómo, cuándo, dónde y por qué?
Porque no hay nada más divertido que trabajar para ti mismo, por tus metas, por tu lucha, ningún día es feo, y todos son apropiados para el trabajo, al igual que las horas del día, no hay límite y no se trata de volverse adicto al trabajo, se trata de volverse adicto a ser libre, a que mi tiempo no dependa de otro, lo más valiosos que es el tiempo, es tuyo, Dios te lo regala y no le das el derecho a nadie de controlarlo.
Comenzar una nueva vida te da la oportunidad de hacer lo que tú quieras, no tienes que conformarte con un trabajo incluso muy inferior al que tenías en tu país, tu puedes hacer la diferencia, y ayudar a otros a hacerla, a tener la seguridad y la convicción de que si se puede, si dominamos nuestra mente y no nos dejamos vencer por los miedos, se puede, los miedos seguirán allí, pero cada vez, perderán fuerza en la medida que nosotros fortalezcamos nuestra mente.
Hay que levantarse todas las veces que sea necesario y tener solo una idea fija, vencer, superarse a sí mismo todos los días, sorprenderte de lo que eres capaz de hacer, porque el ser humano como nuestro Dios lo creó, no tiene límites. Y lo más importante, transmitir esto a nuestros hijos, que ellos entiendan que esta nueva generación es una generación de emprendedores, de creativos, de gente que nació para la libertad.
Nadie dice que es fácil, pero es que lo bueno no es fácil, el camino es cuesta arriba, pero al llegar a la cima, tus piernas serán dos rocas, formadas, fortalecidas y hermosas.