Creo que las tradiciones familiares ofrecen a nuestros hijos un vínculo con su pasado y una base para su futuro, por eso el día del cumpleaños, que es un día tan especial, nos gusta convertirlo en un momento mágico y tradicional.
Hoy te cuento cómo lo celebramos en casa, muy al estilo Waldorf, con el que me siento muy identificada, pero adaptado a nuestro propio lifestyle.
La noche anterior
La noche anterior, antes de ir a dormir, ya empezamos a prepararnos para recibir el día de cumpleaños. En casa tenemos la costumbre de colocar la ropa en la silla al ponernos el pijama, entonces esa noche, a la hora de hacerlo, encendemos una vela, que nos ayuda a crear el ambiente, y recitamos el poema de cumpleaños, y después leemos el cuento de cumpleaños.
Gracias a Lora Lora encontré esta velita, que viene con un angelito de la guarda precioso y artesanal, y se ha convertido en nuestra vela de los momentos especiales.
El poema que se recita la noche anterior al cumpleaños es este, que he adaptado:
Después nos metemos en la cama y leemos un cuento muy especial "Un cuento de cumpleaños" que es tradicional en las escuelas Waldorf y muy idóneo para dar la bienvenida a un día tan importante. Lo hemos conseguido aquí.
El cuento viene con esta explicación: El cumpleaños nos recuerda al día que nacimos. Este acontecimiento es muy importante, porque el nacimiento de un niño o de una niña es lo mejor que puede pasar en este mundo. Cuando los niños preguntan: ¿De dónde vienen los bebés?, podemos contestar de muchas maneras. Este cuento nos propone una.
Personalmente me gusta mucho porque va muy en la línea de mi forma de entender la vida. El cuento transporta al niño a antes de su nacimiento, cuando escoge a sus papás desde el otro lado del arcoíris, en el mundo celeste, y cómo finalmente llega a la Tierra y nace en su familia. Es precioso.
El día de cumpleaños
Más o menos lo que hicimos es esto...
Al despertarse, los dos fuimos a felicitarla con alegría (F. siempre se pide libre el día de su cumpleaños y yo, al ser maestra y tratarse de verano, tengo vacaciones, ¡soy afortunada!) y entonces le dimos sus 5 besos cada uno.
La primera sorpresa fue que la ropa doblada en la silla se había transformado en su capa de cumpleaños y una corona. (Puedes ver cómo hice la capa de cumpleaños y qué sentido tiene), que por supuesto quiso ponerse en cuanto las vio.
Después, habíamos creado un caminito de corazones de colores por el suelo que empezaba desde su cama. Sunflower lo siguió con mucha curiosidad hasta llegar a su mesa de cumpleaños en el salón.
El camino cada año puede ser diferente (puedes hacer estrellas, o gotas, o círculos) y la mesa puede variar también de ubicación, así cada año es más especial.
Lo más importante de la mesa es su anillo de cumpleaños, pero podemos decorarla también con flores, cositas naturales relacionadas con la estación y una foto de cuando el niño/a era más pequeño. También es ahí donde colocamos el regalo que le hacemos papá y mamá por su día.
El anillo de cumpleaños
El anillo de cumpleaños es una tradición que adoro y por eso la hemos incorporado en casa.
Consiste en un anillo de madera, los hay de 12, 16 o 24 agujeros, que decoramos con velas y objetos y que sirve para celebrar un ritual familiar centrado en el niño/a.
Es una tradición originaria de Alemania y tiene muchas variaciones, pero la más común es poner tantas velas como años cumple el niño y el resto de agujeros decorarlo con símbolos relacionados con la época del año o con la vida del niño.
A medida que el niño crece, y se van incorporando nuevas velas, los objetos de madera se pueden ir colocando en el centro del anillo.
Nuestro anillo de cumpleaños y todos sus complementos son de Lora Lora, donde puedes encontrar todo lo que necesites para hacer este ritual tan maravilloso.
El cuento del anillo de cumpleaños
Este año los abuelos y los tíos vinieron a comer a casa para acompañar a Sunflower en su cumpleaños, es entonces cuando después de la comida, ponemos el anillo de cumpleaños en la mesa familiar y se honra al niño (que lleva la corona y la capa puestas) compartiendo la historia de su vida, es decir se narra un recuerdo de cada año y a la vez se van encendiendo las velas según se avanza en la narración.
La historia de Sunflower es algo así:
<<Cuando eras una bebé, eras tan pequeña y delicada, como un pequeño capullo de rosa, suave y preciosa (señalando la flor). Te tuve en brazos día y noche, y papá y yo te cubríamos de besos y de caricias, y te cantábamos muchas canciones bonitas que nos enseñaba la abuela Manuela.
Crecías muy rápido y pronto cumpliste 1 año. Entonces te encantaba jugar en el suelo, con los bloques de madera y los cuentos de tela, gateabas al principio con una pierna estirada y todo lo querías tocar.
Cuando cumpliste 2 años, hablabas todo el tiempo, hasta cantabas canciones y bailabas. Empezaste entonces a pintar con los dedos, y también con pinceles, y nos hiciste unos bonitos cuadros para decorar las paredes.
Al cumplir 3 años, empezaste a ir a la escoleta, allí conociste a tus maestras y desde entonces jugabas cada día en el Jardín con muchos más amigos y amigas.
Sin darnos cuenta crecías y crecías y cumpliste 4 años, fue entonces cuando aprendiste a nadar como un pez en el agua (señalando el pez) y también a montar en bicicleta y en patinete. Y subías y subías cada día más alto en el columpio de escalera.
Cada día nos enseñabas muchas cosas con tu sonrisa y tu alegría, y poco a poco llegó el día de hoy, que cumples 5 años.>>
Como ves se trata de definir brevemente cada año con algunos recuerdos significativos. El niño que cumple años suele escuchar la historia de su vida embelesado y creo que es un verdadero regalo honrarle de esta manera. Este pequeño ritual lo hacen en todas las escuelas Waldorf.
La fiesta de cumpleaños
Por la tarde celebramos una pequeña merienda en casa muy íntima. En realidad hay muchas familias Waldorf que cada año invitan a tantos amigos como años cumple el niño, así si cumple 5 años, se invitan a 5 amigos. Nosotros no lo hacemos de esa manera, pero tampoco somos partidarios de celebraciones enormes con cuarenta invitados. Nos gusta algo más familiar y casero.
Aun así, durante toda la semana Sunflower y yo estuvimos trabajando en la decoración, ya sabes (como te conté aquí) que es importante para los niños preparar las fiestas, pues necesitan ir procesando poco a poco lo que va a ocurrir, es como un periodo de adaptación, de ir integrando la transición. Cuando las fiestas se hacen todo rápido entre prisas y nervios y de sopetón, a ellos les puede causar confusión.
Este año Sunflower quería una fiesta multicolor (el año pasado la quiso rosa y amarillo), así que decoramos de forma sencilla la terraza con unas cintas de colores de papel y unos farolillos. Después preparamos una merienda casera, y la gran protagonista fue ¡la tarta de 5 pisos!
Tengo que decir que Sunflower lleva desde enero diciéndome que para su cumpleaños quería una tarta de cinco pisos, cada piso de un color, con una vela en cada uno, y arriba del todo una princesa. ¡Pues sí! Y esta fue la tarta que hicimos (ayudadas claro de algunas placas de porexpan compradas en una tienda multiprecio, la verdadera tarta es la de chocolate). Ella me ayudó con el fondant, y la verdad no se nos da muy bien, pero estuvo muy contenta con el resultado, y se le ocurrió decorarla también con globos, y por supuesto, la princesa la escogió ella.
Después como guinda de la fiesta, preparamos una piñata casera que fue un exitazo. Saqué la idea de aquí gracias a Pinterest, y es genial, porque así los niños no se pelean por conseguir regalos. Por turnos escogen el agujerito que quieren romper y sacan lo que hay dentro.
La hicimos con papel continuo de Ikea, papel de seda, bolsas de plástico de congelar y cinta adhesiva. Es realmente sencilla.
Y entre pompas de jabón y baños en la piscina celebramos así su quinto cumpleaños.
¡Ah! Sobre los regalos, como siempre, acaba recibiendo muchas cosas, no es fácil parar los pies a la familia y amigos, y en parte lo entiendo, a nosotros también nos gusta hacer regalos a mis sobrinos y a los hijos de nuestros amigos.
Pero bueno, siempre intentamos que hagan regalos en grupo y de cosas que realmente le hagan falta o le hagan mucha ilusión. Este año nos ha ido genial, desde unas botas de lluvia amarillas (que necesitaba para el cole), una caja de lego clásica (siempre le decíamos que cuando tuviera 5, que es lo que recomiendan), y lo más de lo más, una cama elástica para el jardín. Sí, la venía pidiendo desde hace muuucho, y su deseo se intensificó mucho más cuando vio que en Noruega todas las casas tienen cama elástica en el jardín. Es curioso, pero es así.
Estamos contentos porque encontramos una ideal por las medidas y muy bien de precio, porque suelen ser muy caras, y haciendo un poco de bote, y con gran ayuda de los abuelos, ha sido desde luego su regalazo de los 5 años. No he podido hacer ninguna foto todavía, pero ya te la enseñaré en acción en Instagram.
Y esto es todo, ¿cómo celebras tú el cumple de tus hijos? Si te ha inspirado alguna de estas ideas, me encantará saberlo.
Por cierto, ¿Has visto ya el adelanto del booktrailer de #mamamorfosis? Estoy tan emocionada...
<<Hay trescientos sesenta y cuatro días en los que puedes conseguir regalos de no-cumpleaños, y solamente uno para regalos de cumpleaños, como sabes. – Alicia a través del espejo, Lewis Carroll>>
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