– Su aparato respiratorio está inmaduro y no tienen desarrollados los mecanismos de defensa.
– No pueden evitar el ambiente contaminado por el humo de los cigarrillos de sus padres.
Se ha comprobado que los hijos de padres y madres que fuman, inhalan la nicotina equivalente a si ellos mismos se fumaran de 60 a 150 cigarrillos al año.
Dejar de fumar o, al menos, evitar hacerlo cerca del bebé y los niños puede ser una de las medidas a adoptar para prevenir:
– El cólico del lactante: trastorno que afecta a muchos recién nacidos durante los primeros meses de vida y que se caracteriza por un llanto incontrolable e irritabilidad, sobre todo por la noche.
– Enfermedades respiratorias crónicas: irritación ocular, de garganta, ojos, otitis, (el 40% de los niños que la padecen son hijos de padres fumadores).
– Asma infantil: se calcula que un 15% de asma infantil podría evitarse si los niños no se vieran expuesto al humo del cigarro.
– Cáncer pulmonar en la edad adulta: se ha observado una mayor predisposición en los hijos de padres fumadores.
– La muerte súbita: consiste en la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año de edad, aparentemente sano.
Los beneficios de criarse en un ambiente saludable son muchos:
– Desarrollo armónico del niño.
– Mejora de la salud en general.
– Mejora del rendimiento escolar.
– Disminución de los ingresos hospitalarios.
– Disminuye la probabilidad de fumar en la edad adulta.
Recuerda. Las medidas para proteger a los niños y niñas del cigarro son:
– Dejar de fumar.
– Si sigues fumando, mantén sin humo las áreas donde duermen, comen o juegan los niños y niñas.
– Nunca fumes en el coche cuando viajas con ellos.
– Evita fumar en presencia de los niños.
Buen día a tod@s!!
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