Hoy en día los padres sabemos que es fundamental que nuestros hijos estudien un segundo idioma y claramente el inglés es el más demandado en el mundo en el que vivimos.
No se si a vosotros os pasará, pero a mi me resulta difícil intentar que mis hijos comiencen a practicar este segundo idioma en casa. Cuando eran bebés les ponía canciones en este idioma para que se fuesen habituando al acento y ya un poco más mayores les ponía sus dibujos animados favoritos en este idioma.
Pero poco a poco han ido creciendo y ahora se niegan a escuchar los dibujos animados en otro idioma, básicamente porque les resulta un esfuerzo extra que no están dispuestos a hacer.
El pasado día 27 fuimos invitadas a pasar la mañana en las instalaciones del British Council ( la organización internacional del Reino Unido para las relaciones culturales y las oportunidades educativa) y pudimos hablar Ruth Horsfall, la responsable de los cursos para niños y adolescentes que nos contó varios trucos que podemos hacer desde casa para fomentar el aprendizaje de este idioma)
La confianza del niño es lo primero
No sé si os pasará a vosotros, pero creo que muchas veces nuestro miedo al ridículo hace que ni intentemos hablar en otro idioma aunque tengamos los conocimientos. El tipo de educación que se ha dado hasta hace pocos años en nuestro país estaba muy basada en los resultados académicos y no en utilizar el lenguaje como lo que verdaderamente es: un instrumento de comunicación.
Por eso, según señala Ruth, lo más importante que el niño no tema equivocarse, y que además se encuentre en un entorno seguro y que tenga confianza en sí mismo. Esto no solo es importante en el aprendizaje de un idioma, sino en el aprendizaje en general.
Una de las cosas fundamentales es que los padres nos involucremos en este proceso.
Para ello no es necesario que dominemos el idioma, sino que les podemos ayudar con el aprendizaje del inglés incorporando pequeños juegos a nuestra vida diaria.
Una forma de que aprendan vocabulario que diariamente utilizamos es poner alguna palabra en la nevera para que vayan familiarizándose con ellas. Por ejemplo es buena idea hacer una lista de la compra en inglés y que los niños vayan añadiendo los productos que hace falta comprar.
Otro recurso que podemos hacer, sobre todo muy útil en los viajes, es preparar tarjetas con preguntas y respuestas, con dibujos de objetos y su nombre en inglés o con simples dibujos para que adivinen cómo se llama la palabra.
Las manualidades suelen ser fuente inagotable de juegos. Así, podemos hacer que los niños hagan sus propios personajes en plastelina y los describan a la vez que describen los de los demás.
Posteriormente se elegirán personajes y el niño tendrá que hacer una historia con ellos (tenemos que tener en cuenta la edad del niño, si son muy pequeños con palabras sueltas bastará, para ir complicando las estructuras gramaticales una vez que van creciendo).
Cursos basados en la motivación, la imaginación y el descubrimiento
Los cursos de verano para niños del British Council se basan sobre todo en 5 puntos fundamentales: descubrimiento, imaginación invención creación y movimiento.
Con ellos pretenden aunar diferentes destrezas enfocadas a la experimentación, las nuevas tecnologías (robótica y microbit), la lectoescritura, teatro, cocina, manualidades o el yoga entre otras muchas actividades.
Dentro de las actividades los niños se divierten viendo la enseñanza como un juego a la vez que aprenden, ya que se van introduciendo, dependiendo del tema, nuevo vocabulario y estructuras.
Recursos didácticos gratuitos
El British Council cuenta además con numerosos recursos, algunos de ellos gratuitos, que podemos utilizar para el aprendizaje y perfeccionamiento del inglés, tanto de nuestros hijos como el nuestro. Así cuentan con numerosos eventos culturales y educativos (emisión de películas, teatro, consejos para exámenes, lecturas etc.), un blog dónde podemos encontrar novedades sobre el aprendizaje en inglés; páginas de LearnEnglish para el aprendizaje del idioma tanto para niños como para adultos y apps para desarrollar habilidades específicas.