Aprovechando la llegada del buen tiempo es el momento de poner la casa patas arriba y limpiar en profundidad todo aquello que pasamos por alto el resto del año.
Para no perderme en esta tediosa tarea suelo recurrir a los check list y a un orden organizado con tranquilidad para repartir a lo largo de la semana la limpieza de toda la casa.
No se trata de dedicar todas las horas del día a limpiar, sino de que esta tarea se reparta a lo largo de tres o cuatro días.
Si esta Semana Santa te quedas en casa, puede ser el momento perfecto para dedicarte a esta tarea.
Cocina.
La cocina es una de las habitaciones a la que más uso se da dentro de las casas y además la que más se ensucia.
Además de la limpieza diaria, dedico el primer lunes de cada mes a una limpieza en profundidad de este espacio.
A pesar de todo ello, la cocina es una de las prioridades en mi limpieza de primavera.
Una de las tareas que no realizo en las limpiezas habituales de la cocina y que irremediablemente incluyo en la limpieza de primavera, es la de la nevera y el congelador. Se trata de una limpieza obligatoria, al menos dos veces al año (en primavera y en otoño) para evitar los malos olores.
Durante la semana previa a la limpieza de primavera no realizo la compra y trato de ir acabando con todos los alimentos que tenemos en casa, así la limpieza será más fácil.
Para conseguir una correcta limpieza de la nevera y evitar el mal olor, vacío por completo el frigorífico y el congelador. Como mi nevera es no frost, no necesito desconectarla, pero si la tuya no lo es, necesitarás apagar el motor unas horas antes y dejar las puertas abiertas para poder limpiar bien el congelador sin que la bayeta se quede pegada al hielo del congelador.
Los azulejos y revestimientos (https://llanodelatorre.com.mx/) de la cocina son uno de los elementos que requieren una limpieza exhaustiva durante esta limpieza de primavera
Salón.
Se trata de otras de las zonas muy usadas de la casa y que necesitará una dedicación especial durante esta semana.
Cortinas: lávalas a la máxima temperatura permitida por el fabricante con un centrifugado suave. Tiéndelas según salgan de la lavadora para evitar plancharlas.
Lámparas: Con un plumero podrás llegar a las zonas más inaccesibles de las lámparas de techo.
Vajillas, cuberterías, mantelería: Es el momento de repasar todos esos cubiertos, copas y vajilla que solo usamos en momentos especiales. A pesar de que los tengas guardados, necesitarán un repaso para eliminar el polvo que puedan haber ido acumulando, así los tendrás perfectos cuando los necesites.
Tapicerías y alfombras: Si tu sofá es desenfundable, mete las fundas en la lavadora y tiéndelas al sol. Las manchas más difíciles puedes tratarlas con sal y limón.
Lleva las alfombras a la tintorería y guárdalas en plástico hasta el otoño.
Habitaciones.
Puede que sea de las zonas que menos necesiten de limpiezas extras, pero aun así, necesitamos prestarles atención.
Lavar las cortinas, colchas, cojines, almohadones, fundas e incluso los peluches.
Los juguetes también necesitarán un lavado. Los que sean de tela los podrás meter en la lavadora, los de plástico en el lavavajillas.
En caso de que sea necesario, es el mejor momento para dar una mano de pintura.
Baños
Los sanitarios, los revestimientos (https://llanodelatorre.com.mx/) y los textiles del baño son los puntos centrales en cuanto a la limpieza del baño.
Revisa todos los textiles que uses en el baño: toallas de mano, de ducha, de tocador, de suelo… Deshazte de todas aquellas que no se encuentren en buen estado y complementa con nuevas toallas si es necesario.
La cortina de la ducha puedes lavarla en la lavadora, pero en caso necesario (siempre y cuando sea de color blanco), puedes meterla en lejía o en otros desinfectantes específicos.
Utiliza productos adecuados para los sanitarios y el suelo.