Desde que conocí el proyecto editorial de las chicas de Gato Sueco, ninguno de sus álbumes me ha dejado indiferente. De nuevo han vuelto a sorprendernos con “Tilly creía que…” un libro profundo, conmovedor, que plasma una sociedad, que todos conocemos, pero vista desde la mirada crítica de la infancia.
Es un libro ilustrado de 3 a 8 años que ha sido nominado al premio August 2014 y que hace poquito y con muy buen criterio, han publicado en español.
Tilly puede ser cualquiera de nuestros hijos o hijas. Una niña que vive y conoce un mundo muy pequeño (su piso, en una finca de un barrio como cualquier otro), pero que empieza a descubrir la realidad, la verdad del mundo. ¿Cómo debe ser vivir en otro lugar? ¿Ser otra persona? Es un libro que no deja indiferente y abre las puertas a grandes y buenas conversaciones.
Tilly descubre el mundo
Tilly y su amigo Tage viven en un edificio de pisos. Siempre han vivido allí. Ellos no saben cómo debe ser vivir en otro sitio.
Al empezar a visitar las casas de sus amigos, Tilly empieza a descubrir las diferentes condiciones de vida de otras familias.
En casa de su amiga Loppan comen chucherías sin parar y pueden hacer lo que quieran porque su madre opina que los niños son niños.
En casa de Tage, su mamá es más seria, se escucha el tic-tac del reloj y las persianas están bajadas. Luego está la casa de Sonja que tiene todos los juguetes que cualquier niño podría soñar pero pasa mucho tiempo sola.
Y en la de Mimmi apenas hay nada de comida en la nevera.
También está Peppe, que su padre tiene serios problemas con la limpieza.
Y en la calle Tilly se encuentra a menudo con un chico sentado en el suelo que lleva zapatos de verano, aunque es invierno y hace frío. Tilly le daría dinero, pero su madre solo tiene una tarjeta de crédito y no se la puede regalar, pero ¿por qué si con la tarjeta puede comprar en todas partes?
Tilly se hace muchas preguntas
Tilly va conociendo todas estas realidades y se pregunta ¿por qué suceden estas cosas?
La evolución de Tilly a medida que va interpretando la realidad, aceptándola (porque los niños aceptan lo que los adultos les ofrecemos), sus cuestionamientos internos y el final son fantásticos.
El libro hace que los niños se hagan las mismas preguntas que Tilly, algunas con planteamientos difíciles de resolver, y abre debates muy ricos e importantes. Es como una puerta abierta a muchos temas para reflexionar y dialogar durante la lectura, trabajando la comprensión, la empatía y la capacidad de respetar las diferencias.
Es un libro que también hará que los adultos nos cuestionemos y nos posicionemos. Porque muchas veces con la excusa de que tenemos tantas obligaciones y poco tiempo, no queremos ver las situaciones de otras personas o familias que pasan por apuros y necesidad, y las ignoramos.
¿Queremos que nuestros hijos también las ignoren? No olvidemos que aprenden por imitación. Me parece muy importante que nuestros hijos sientan que nos damos cuenta, igual que ellos y que abordamos el tema.
Tengo que decir que hay escenas muy crudas, como cuando en casa de Peppe todo está sucísimo y no hay papel higiénico, y Peppe como la cosa más natural del mundo explica a Tilly que coja un calcetín del cesto de la ropa sucia y se limpie con él cuando tenga caca. Y Tilly que creía que los padres no podían olvidar estas cosas, pero parece que sí.
En definitiva, este libro con los textos de la premiada directora de radio, Eva Staaf, y las ilustraciones dulces pero muy potentes que expresan la realidad humana de la famosa ilustradora Emma Adbåge, ha conseguido conquistarnos de verdad.
¡Me parece una joya! Un libro que refleja la realidad, que puede ser interpretada de manera muy diferente por cada uno, y del que se puede sacar mucho jugo para todas las edades, hasta los más mayores que están empezando a desarrollar su voz crítica, puesto que abre un espacio muy interesante para el debate.
Puedes conseguirlo, como todos los libros de Gato Sueco porque nos encantan, en nuestro Atelier. ¡Y también puedes participar en nuestro sorteo!
Sorteo “Tilly creía que” de Gato Sueco
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Después Tilly habla con Tage de las cosas que son realmente necesarias.
Tage dice que no son tantas.
-Basta con tenernos el uno al otro -dice Tilly pensándolo bien. (extraído de Tilly creía que… de Eva Staaf y Emma Adbåge)
Aguamarina
Fuente: este post proviene de De mi casa al mundo, donde puedes consultar el contenido original.
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