Retomo hoy una sección del blog que dejé abandonada hace unas semanas, la de las frases del manual de crianza de cualquier abuela (y no necesariamente abuela) que se tercie. Esas expresiones que todos los papás y mamás en prácticas del mundo hemos escuchado alguna vez en los primeros meses de vida de nuestros bebés. Utilizando terminología de las revistas de moda, diríamos que son las must have de la crianza. Frases que no entienden de temporadas. Siempre son tendencia.
Hoy es el turno de otro de los grandes clásicos. Para poneros en situación, os diré que su pronunciación suele tener lugar si eres de los que tienes a tu bebé mucho rato en brazos (en nuestro caso, entre mochilas, bandoleras y fulares, casi siempre). También si eres de aquell@s que cogen a sus criaturos (maravillosa palabra que escuché una noche en la Feria de Albacete) en cuanto se ponen a llorar sentados en sus hamacas o tumbados en sus cunitas. Si el Doctor Stivill os viera…
Entonces, irremediablemente, alguna voz dice (Juro que si no lo dice nadie, mi subconsciente es incapaz de asimilarlo):
Y esa frase asusta, oye. Porque suena a profecía. Y además de las malas. Uno se pasa las noches pensando qué va a pasar por cogerla en brazos y tienen pesadillas de lo más surrealistas. Todo hasta que te paras a pensar. Y sobre todo a observar. Y ves como esas personas que te dicen esas frases de manual, se pegan entre ellas cuando están contigo por tener a la pequeña saltamontes en brazos. A ver si al final va a resultar que no es tan malo como lo pintan…
Frases de manual (#1): “Te está utilizando como chupete”
Frases de manual (#2): “Esa niña lo que tiene es sueño”