Nunca he sido golosa y sigo sin serlo. Todo me empalaga. Pero también hay postres aptos para especímenes como yo. Y el mejor del mundo mundial es el turamisú que hacía mi 'amatxu' y que ahora hago yo. Turamisú del de verdad ¿eh? Del cremoso que sabe a cacao y café. ¿Te animas a intentarlo?
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