Como muchas mujeres quería tener una casa bonita, decorada con cosas de moda, con cómodas y estanterías delicadamente organizadas con objetos meticulosamente pensados para coordinarse con el conjunto de cada estancia. El típico marco a juego con dos pelotitas de madera al lado o unas velitas de cierto color combinadas con lo que sea….
Cuando me hice mamá, todas esas estanterías “estéticamente equilibradas” se vieron inicialmente invadidas por toooodos los objetos que había en los muebles más bajos (ya sabes, poner todo lo de abajo arriba para que el bebé no lo coja). Y posteriormente la invasión fue de juguetes que mis hijas van dejando por ahí y que no sé ni donde poner (y quedan en la estantería, por ejemplo, 8 meses) y también por creaciones propias de mis hijas (el típico rollo de papel higiénico pintado, un muñeco de plastilina, y en mi caso, cochas que mi hija se le da por coleccionar y pintar con témperas).
Bueno, pues ante esta realidad, tenía dos opciones. O me deprimía toda, desplazando toda mi inquietud decorativa para 10 años más adelante, o integraba eso en mi creatividad decorativa.
¿Porqué no?
¿Porque no puede un elefante rosa de cartulina formar parte de la decoración? Y no me refiero a ponerlo ahí sin más, sino a integrarlo con el resto de colores de mi casa, haciendo de ese elefante no solo un objeto “plantificado”, sino un objeto “integrado”.
Es entonces, por esa época que decidí cambiar toda mi perspectiva de cómo decorar mi casa. Colores. Quiero colores. Pero no un color….. no…. ¡¡¡yo quiero todos los colores a la vez!!!
Lo primero que quise cambiar es mi pasillo. Era un pasillo largo y oscuro. Con dos lámparas. Le pedí a Salva que me ayudara (se me da mal el taladro). Y colocamos cuatro puntos de luz ¡¡y cada lámpara es de un color!!
Porque eso era algo que también necesitaba. Más luz.
Y desde entonces mi visión de la decoración ha cambiado. Mi visión actual me ayuda mucho a aceptar que estoy en una fase distinta, en la que debo integrar mi maternidad, y dos niñas pequeñas en casa haciendo de las suyas. Ahora sus juguetes por medio no son interferencias sobre la decoración, sino que forman parte del ambiente.
Esta ha sido mi manera de integrar mi maternidad con mi hogar ¿Y vosotras? ¿Tambien tenéis vuestra forma integrar vuestra maternidad en casa?