Este año, el lema de la SMLM es “Amamantar y trabajar. ¡logremos que sea posible!” y es que, aunque se han conseguido mejoras, queda aún mucho por recorrer en cuanto al tema de trabajo y lactancia se refiere. Es fundamental que se den facilidades a las madres en su trabajo para poder amamantar a sus hijos y de ese modo no interrumpir o poner obstáculos a la lactancia, ya que la incorporación de la madre al trabajo suele ser uno de los motivos fundamentales del destete o el abandono de la lactancia por la dificultad para compaginarlos.
Particularmente, me siento muy sensibilizada con este hecho, y más aún cuando ya cuento los días para volver al trabajo y con ello mi separación de mi pequeña hadita durante tantas horas. Aún así, me puedo sentir afortunada dentro de lo que hay actualmente, ya que al ser maestra he tenido la oportunidad de unir mi baja de maternidad, con el mes de lactancia acumulado y con el verano. Soy consciente de que muchas mamás no cuentan con esta opción, pero aún así, esto no me hace sentir mejor… porque me encantaría poder pasar más tiempo con mi nena.
Como ya os conté hace poco, desde enero amamanto a mis dos hijas practicando la lactancia en tándem. Y como ya os comenté he vivido momentos maravillosos y momentos más difíciles o de bajadas de ánimo en las que pensé que no sería capaz de seguir con ello, pero aquí estamos… con Alba tomando pecho a demanda y Vera que aunque cada vez va tomando menos tetita, le encanta tener sus ratitos para ella.
Os dejo algunas imágenes de mi experiencia con la lactancia y de mis niñas que hasta ahora puedo decir que son dos niñas super sanas ¡y felices!
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