Todo comenzó un mediodía cualquiera al llegar a casa de mis padres a comer. Allí, esclafada en su trona, estaba Minififi mirando el iPad, tan atenta y seria que no se dio ni cuenta que había llegado SU MADRE. Cuando le hice notar mi presencia, la cosa cambio poco. Ni puto caso me hizo, vamos.
Me acerqué a la tablet para comprobar qué era eso tan importante y entretenido que alienaba a mi hija de esa manera. Y ahora viene cuando lo flipáis. Yo me quedé muerta.
Dos manos adultas anónimas abriendo huevos kínder. Como lo escucháis. Así, tal cual. Una mesa con docenas de huevos (que ahora que lo pienso no eran ni kínder), de Peppa Pig, Hello Kitty, Bob esponja (vamos, los huevos "falsos" que venden en Mercadona, para entendernos). Dos manos. Y los va cogiendo. Quita cuidadosamente el papel aluminio que los envuelve, le da un toquecito al huevo, lo abre, aquí le veo yo su mérito porque a mí siempre se me parten. Saca el huevecillo de plástico (esos huevecillos deben acabar en algún país cercano al de los globos de Helio) y muestra el regalito. De los regalitos de los huevos hablaremos otro día. Digo lo muestra porque solo hace eso. No lo monta, lo muestra, el papelillo de las instrucciones también. Y pasa al siguiente huevo.
Y ya está. Ni más más ni más menos. Normalmente no tienen ni voz, pero en los vídeos que hablan, las frases son del tipo: "A veeer, que tenemos aquiiii", "A veeer, qué nos ha tocado", "A veeeer, voy a abrir este huevoooo" (no debe interpretarse como tono de emoción, léase con tono de desgana).
Yo no podía creerlo. Bueno pues, y ahora viene lo gordo, me he informado y esos vídeos tienen MILLONES de VISITAS en Youtube. Tanto es así que tienen hasta nombre propio: Unboxing.
Vamos, que hay peña por ahí forrándose por abrir huevos, "manda huevos", nunca mejor dicho.
Las que no lo hayáis visto no os lo deberíais de perder. Aquí podéis ver un ejemplo. Para mear y no echar gota, como dicen en mi pueblo. Haced la prueba, los minis se quedan embobados durante horas.
Según estudios (desde luego que hay por ahí gente que lo estudia todo), el éxito de los vídeos radica en que el niño tiene la sensación de estar él mismo abriendo los regalos.
¿¿¿Perdona???. Mi hija come uno o dos todas las semanas y si hiciera el mismo caso al huevo real que al vídeo compraría huevos de esos al por mayor.
MORALEJAS:
Nunca sabes de donde te va a venir la puerta de diamantes así que, sacad la cámara y hala, al Mercadona a comprar huevos.
No compréis más huevos para los minis, este sistema es mucho más barato y saludable (y además más efectivo).
También los hacen para adultos abriendo cajas de cosas tipo licuadoras, cafeteras o teléfonos móviles. Con un poco de suerte valen también para los maridos cuando están en plan coñazo (maridos del mundo, perdonadme pero cuando sois coñazo, sois muy coñazo).
Y hasta aquí mi descubrimiento. ¿Qué os parece?. ¿Habíais escuchado hablar de esto? Habéis flipado, ¿a que sí?