Se suponen son prácticas para relajarnos, para evadirnos, pero que requieren de gran concentración y en todas ellas hay que "vaciar nuestra mente", para posteriormente volverla a llenar de una forma más positiva, consciente y plena.
Hay un proverbio zen que dice: "Una taza es útil por estar vacía". Esto quiere decir que antes de llenar la taza con el líquido que nosotros queramos, primero la taza tiene que estar vacía. Esa taza puede ser útil también si está llena, pero depende del contenido que tenga, es decir, si está llena de lo que cada uno quiere y necesite, si no es así, pues ese contenido no es útil y por lo tanto es necesario vaciarlo para luego llenarlo de un contenido más útil y beneficioso.
Esto mismo sucede con nuestra mente. Si nuestra mente está llena de pensamientos negativos, sentimientos negativos o simplemente está atiborrada de respuestas no revisadas a acontecimientos pasados, todo esto no es útil ni beneficioso para el individuo ya que como bien sabemos los pensamientos que hay en nuestra mente gobiernan el modo en que actuamos, en cómo nos sentimos y cómo vemos el mundo que nos rodea.
Por esta razón es necesario de vez en cuando hacer un vaciado de mente, es decir, eliminar todos aquellos pensamientos, sentimientos y sensaciones negativas que no nos conducen a nada bueno, sino todo lo contrario.
¿Cómo hacemos este vaciado de mente? Lo primero es ser consciente de que en nuestra mente hay determinados contenidos que necesitamos eliminar, pensar sobre ello y reflexionar para de esta manera saber qué es necesario eliminar y qué no. Luego de esto nuestra mente necesita un descanso, es decir no hacer nada.
Se tiende a asociar el no hacer nada con una serie de juicios negativos, ya que se cree que estar sin hacer nada es por ser vago u ocioso. Se dice que estar sentado medio día en una silla sin hacer nada es una pérdida de tiempo. Sin embargo en la antigüedad, por ejemplo los griegos daban valor precisamente a eso ya que consideraban que el no hacer nada era el camino hacia la sabiduría.
Con esto no estoy diciendo que nos quedemos eternamente en casa sin hacer nada, no es eso. Pero a veces las personas pasamos por acontecimientos estresantes y negativos que a su vez generan pensamientos negativos, sentimientos, emociones y conductas negativas, por lo que es necesario hacer una especie de pausa para darle un respiro a nuestra mente y nuestro cuerpo, y, de esta manera hacer el ejercicio de "vaciar nuestra mente para volverla a llenar".
Con este ejercicio pueden aparecer sentimientos de culpa, precisamente por sentir que no se está haciendo nada y se está perdiendo el tiempo. También influirán los comentarios de las personas que critiquen o hagan juicios de valor. Pero lo importante es tener claro que aparentemente " no haciendo nada", en el interior se está haciendo mucho.
Recuerda, para estar bien con el mundo, primero tienes que estar bien contigo mismo. Así que dale importancia a tu yo interior ya que ahí está la clave de la felicidad. Si a nivel interno no estás bien, no vas estar bien con tu familia, ni con tus amigos, ni con tu trabajo ni con tu tiempo libre. Así que tómate tu tiempo para vaciar tu mente de todo lo negativo y poco útil para llenarla de un contenido mucho más positivo y beneficioso.
Viviana Villamayor Fleitas
Psicóloga
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