Seguramente cuando habéis estado en la recta final del embarazo os ha surgido la gran pregunta ¿parto con epidural o sin ella? y si habéis pedido consejos a otras mamás, seguramente habréis recibido respuestas de todo tipo, ya que muchas mamás prefieren un parto sin epidural y otras muchas prefieren evitar el dolor del parto. La elección es muy personal, pero es importante saber que ventajas e inconvenientes tiene esta famosa inyección que calma los dolores del parto.
La ventaja del parto con epidural es clara, te evita los dolores de las contracciones y del parto, por lo que se puede dar a luz y vivir el nacimiento sin perder la calma por estos molestos y podríamos decir horrorosos dolores. Pero también tiene muchos inconvenientes y hay que conocer las posibles consecuencias de la administración del analgésico.
El primero es el momento en que los médicos deciden administrarla, y es que varios estudios han demostrado que si la inyección se pone demasiado pronto puede hacer que el bebé no apoye correctamente la cabeza en el cuello del útero, y que la madre no sepa como empujar, por lo que es muy probable que el parto termine en una cesárea. Así que si queréis el parto con epidural es mejor no pedirla en cuanto sintáis un poco de dolor, es mejor esperar un poquito! Hay muchos ejercicios de relajación para controlar los dolores y así poder retrasar la epidural.
Otro inconveniente es la recuperación, no es lo mismo tener un parto sin epidural por lo que te puedes duchar al poco rato de haber dado a luz y te puedes levantar de la cama, que un parto con epidural que conlleva más tiempo de recuperación.
Imagen: Raphael Goetter / flickr
¿Vosotras que preferís? ¿Con epidural o sin ella?