Viajar por Europa sin salir de Madrid: Hoy escribo en 360gradospress

En Semana Santa fuimos una de esas pocas familias que se quedan guardando las calles de su barrio mientras todo el mundo se va de vacaciones. Para que  ladrones y malhechores varios sepan que hay vida. Como aquello de dejarse las persianas a medio bajar cuando te vas tres semanas fuera en verano. Lo importante es que se vea cierta normalidad. Ya sean las persianas subidas o cuatro vecinos paseando por las calles deprimidas y vacías.

Pero no nos íbamos a quedar cuatro días en casa, oigan. También hay que darles sus oportunidades a los amantes de lo ajeno. Así que el papá en prácticas, la mamá jefa y la incansable pequeña saltamontes hicimos algunas excursiones que teníamos pendientes. Una de ellas al Parque Europa, que es la que hoy os cuento con más detalle en 360gradospress. Situado en Torrejón de Ardoz, esta especie de parque temático de acceso gratuito y con actividades de pago es una delicia. Especialmente para los peques, que tienen todo lo necesario para pasar un día a lo grande. Y también para los papás, aunque estos últimos echen de menos alguna sombra más en los cerca de 240.000 metros cuadrados que ocupan las instalaciones. Se nota que el parque es relativamente reciente (se inauguró en 2010) y que los árboles no han tenido todavía suficiente tiempo para desarrollarse (Nota mental: En días de mucho calor, mejor ir al caer la tarde).

Réplicas de los principales monumentos de Europa se dan cita en sus instalaciones para que todos nos hagamos fotos cual guiris en las grandes capitales europeas. Y junto a ellos un abanico de actividades para todos los gustos: Minigolf, tirolina, alquiler de bicis, parques, bolas acuáticas, embarcadero, camas elásticas, paseos en poni, parque multiaventura… De todo esto os hablo con más detalle en el artículo. Aquí me gustaría dejaros dos conclusiones que saqué tras cinco o seis horas en el Parque Europa:

1. El ser humano actúa por imitación: Dado que el merendero estaba expuesto a la solana del mediodía, decidimos hacernos un sitio en el césped a la sombra de un árbol raquítico. Cuando nos sentamos no había nadie y pensamos que quizás no se podía. Cinco minutos después estábamos rodeados en un improvisado guateque. Parecía que la gente estaba esperando a que alguien se decidiese a ser el primero.

2. El ser humano es borrego por naturaleza: Cuando llegamos a la zona de la Fontana de Trevi, la fuente apenas se veía. Decenas de personas habían escalado hasta ella para hacerse fotos. A la entrada de cada monumento hay un cartel que pone claramente que está prohibido subirse a ellos. Pero parece que en España está mal visto leer. No me extraña que las cosas duren tan poco en este país…La policía, por cierto, multó a todas esas personas. A todas. Si vais, hacedme el favor de leer los carteles ;)

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