No es casual que el Virus Respiratorio Sinticial (VRS) también sea conocido como “virus de los bebés”: Suele provocar una infección localizada en el sistema respiratorio. Aunque por lo general es de carácter leve, existen grupos de riesgo en los que las consecuencias pueden revestir mayor gravedad.
Aquí te explico que es y cuáles son sus síntomas.
¿Qué es el VRS?
El VRS (Virus Respiratoria Sincitial) es el virus respiratorio más frecuente en los recién nacidos y niños pequeños, causando una infección en las vías respiratorias. En la mayoría de los niños, los síntomas son similares a los del resfriado común. Sin embargo, el VRS puede ocasionar una enfermedad grave en los niños prematuros y cardiópatas.
¿Cuándo es más probable la infección por VRS?
El virus se contagia de forma estacional, puede durar desde octubre hasta abril, y en estos meses cuando se deben extremar las medidas preventivas.
¿Por qué los niños prematuros tienen más riesgo a desarrollar esta enfermedad?
Los niños prematuros nacen con los pulmones inmaduros y tiene la función pulmonar reducida. Además, cuando un bebé nace antes de las 36 semanas de gestación ya no recibe más protección de su madre y no tiene la capacidad de generar defensas por si mismos ya que su sistema inmune también es inmaduro. Por esos los niños antes de este tiempo presentan alto riesgo de infección.
¿Es peligrosa la infección debida a VRS?
El VRS puede causar infección grave de bronquiolos que requiere de hospitalización, UCI y oxígeno. A medio plazo puede dejar secuelas como asma o problemas respiratorios durante la infancia del niño/a.
¿Cómo se contagia?
El VRS se contagia fácilmente por contacto. Tocar, besar o estrechar la mano con una persona infectada puede ser suficiente para propagar la infección. También es posible el contagio con las secreciones respiratorias, como las que se producen al toser o estornudar.
El VRS es capaz de vivir media hora o más en la piel, una hora en tejidos y pañuelos de papel y más de 6 horas en superficies no porosas, como los muebles. Por eso es importante tomar ciertas precauciones.
¿Cómo se puede evitar el contagio?
Como el virus se encuentra en todas partes del mundo, no es posible evitar la infección. Pero es posible prevenir, si se siguen unas normas básicas:
Lavarse las manos con agua y jabón antes de tocar al bebé.
Tirar los pañuelos usados.
Limpiar y desinfectar los juguetes del bebé.
Mantener padres y/o cualquier miembro de la familia alejado del bebé si se tiene un resfriado o fiebre, o, si no es posible, utilizar una mascarilla.
Evitar las guarderías.
No llevar al bebé a lugares con aglomeraciones, como centros comerciales.
No exponer al bebé al humo del tabaco o a un ambiente con humo.
Solicitar a su médico la última información sobre el VRS
¿Cuáles son los síntomas?
En la mayoría de los niños se presenta con síntomas de resfriado común: fiebre, moqueo, nariz congestionada y tos.
Si después de 3 o 5 días observa que estos síntomas se agravan con respiración rápida y fatigosa, silbidos al respira, tos muy persistente y su piel tiene un color azulado, acuda inmediatamente a su pediatra.
¿Cuál es el tratamiento?
No existe un tratamiento para curar a un niño una vez que ha contraído la infección. Se puede tratar con hidratación y oxigenación hasta que la enfermedad complete su ciclo.
Recuerda que siempre hay que consultar con tu pediatra y que este texto marca unas pautas.
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