¿Cómo un pequeño grupo de imanes pegados en la nevera pueden hacer que este par de bichillos no se sientan?
En un no parar de soltar por la boca cientos de veces "Sergio caca" "Sebas deja eso" "¡Sergio! ¡Eso está sucio!" "Sebas allí no se toca" "Sergio te voy a dar en el culo" "Sebas deja la lavadora" "Sergio suelta a tu hermano" "Sebas devuélvele el juguete" Decido buscar con que entretenerlos en la cocina. Tiene que ser algo nuevo, con lo que no hubieran jugado antes y seguro claro esta ¡complicada tarea!
Miro a mi alrededor, no veo nada, todo lo tienen muy visto. Voy a sacar los filetes de la nevera y me fijo ¡Ohh! ¡Puede funcionar! Cojo todos los imanes de la nevera y los bajo a la puerta del congelador...
Sebas, Sergio ¡Mirad que cosas tan chulas!
¡Ni que hubieran visto a la mismísima Peppa Pig en persona! ¡qué fiesta montaron! para luego estar absortos en una de pegar y despegar imanes y hacer cambios entre ellos por un montón de tiempo. Tanto, que pude terminar de preparar la comida de los seis sin ningún tipo de problema.
Ya sé que este tipo de recursos funciona solo unos pocos días, pero mientras dure yo lo aprovecharé (a mí que me quiten lo bailao mientras) compraré más imanes a ver si los logro motivar prolongándolo en el tiempo, es más, quizás sea esta la escusa perfecta para que por aquí por el blog os caiga otro nuevo DIY.
Pero volviendo al tema de los santos imanes ¿Sabéis que me di cuenta? De que asombrosamente entretenidos, mis hijos, por un corto periodo de tiempo hicieron algo que muy pocas veces hacen... ¡COMPARTIR! si, si compartir, se intercambiaban entre ellos las piezas, se reían colocándolas, por un breve periodo de tiempo mis pequeños no se pelearon por la propiedad de algo y eso queridas mías (queridos también) esta madre debe aprovecharlo y potenciarlo. Quienes me lean hoy y sean madres de gemelos seguro me entenderán.
La cosa es que si esto les sirve para aprender a jugar juntos sin pelear ¡Bienvenido sea! ¡Habrá nuevos imanes!
Para los que son más grandecitos, los de números y signos son geniales para estimular su primer contacto con las mates, pero para los pequeñines como los míos, un abecedario con algunas letras repetidas viene genial para formar palabras y aunque ahora mismo os estaréis partiendo de risa pensando ¡Pero sí aún no saben leer! Ya, cierto, pero como su madre (esta menda) cree en el método de la enseñanza a la lectura a través de la retentiva de imágenes, comenzar a colocar palabras cercanas a ellos como mamá, papá, tata, bibe o chupete los ayudara a iniciarse en este método.
Oye, que soy una madre que se aferra como puede a la defensa de que sus hijos no vayan a la guardería, pero ¿Y lo que los enseño yo en casa? Atención, directa, personalizada y cargada de amor ¿Conocéis algo mejor?
Me voy despidiendo porque en un principio el post iba a ser cortito ja, ja, ja prontos os avanzo como va el tema del nuevo entretenimiento de mis fieras, por lo pronto quedaros con estas imágenes... ¡transmiten calma! eso por mi casa prácticamente nunca se ve ¡esta muy cotizada!