Porteo por placer.
Cuando hago talleres de porteo, la primera pregunta que suelo realizar es: –¿qué es para vosotros el porteo?.
Me suelo encontrar con familias que llegan al porteo sin saber nada de nada, que únicamente han visto en la revista a la “famosa” de moda con una mochila y el bebé ahí “colocado”.
Pero también es habitual que me digan que su vecina lo usaba porque el niño tenía gases y se le quitaban con “eso”.
Que su prima tenía un pañuelo y se lo ponía para poder hacer las cosas de casa.
Y que han comprado esta ” bandolera” porque se la recomendó una amiga que le iba genial y ellos no eran capaces de colocarla bien (me decían), porque les dolía la espalda…
En definitiva, muchas son las circunstancias o factores que llevan a una familia a acudir a mí para un taller o asesoría porque quieren llevar al bebé “así puesto”.
La idea con la que llegan y con la que se van, es algo totalmente distinto. Les pregunto por sus circunstancias personales y a veces (aunque no lo dicen) veo sus caras de incomprensión ante preguntas de “cotilla”, antes de comenzar con la asesoría.
Cada familia necesita un portabebé específico en un momento específico, y eso no hay quien lo adivine con la mirada. Ni vecina, ni tú tampoco les puedes aconsejar el mejor portabebé que usaste.
Estamos hablando de diferentes niños, diferentes porteadores y diferentes circunstancias.
Todas estas cuestiones no las sabe un vecino, ni tu mejor amiga que porteó a su bebé hasta los 3 años, ni tu madre que tiene los mejores consejos de crianza del mundo. Todas estas cuestiones solo un profesional del porteo (una asesora especializada) será capaz de convertirlas en “tú portabebé ideal ” para ese momento concreto.
Ante la pregunta del principio, alguna familia me dice que es un “utensilio” para llevar al bebé. Alguien añade que es una nueva “moda”. Alguna familia no responde. Etc.
Yo nunca respondo a esta pregunta, espero al final del taller para que ellos me vuelvan a contestar.
Un bebé es un ser “indefenso” que nace después de 9 meses (como regla general) metido en el vientre materno, un bebé que nace sin saber hablar como lo hacemos nosotros, con palabras.
Pero no os equivoquéis, los bebés saben expresarse de muchas maneras (movimientos, ruidos, lloros, gestos, etc.).
<<Recuerdo cuando nació mi primer hijo, David. Después de que soltó la teta (después de casi 1 hora seguida enganchado), lo echamos totalmente dormido a la cuna que hay pegada al cabecero de la cama de mamá y del sofá tan cómodo (ironía por supuesto) que tenía papá para dormir.
Y lo que sucedió a los pocos minutos fue que se despertó y se puso a llorar como un loco.
Lo coge papá, lo vuelve a dormir y de nuevo a la cuna.
Sabéis qué pasó después? pues sí, vuelta a despertarse y a llorar…>>
Después de varios intentos, dejamos a David dormido en la cama junto a mí y del otro lado a su padre en el sofá. Por supuesto que no se despertó en un largo rato hasta que quiso volver a comer.
Días más tarde, ya en casa. Cuando David quedaba dormido en el carro por ejemplo, y yo me ponía a hacer las cosas de casa, más de lo mismo. Se despertaba en cuanto salía de esa misma habitación…
Soy una mamá que no soporta oír a un bebé llorar, me da lástima, me produce una sensación de incomodidad muy rara de describir. De hecho, si lo veo por la calle me muerdo la lengua para no coger a ese bebé que está berreando como un loco en el carro… y la madre/padre/abuela/cuidador solo hacen que menear como locos el carro para ver si el bebé “por fin se tranquiliza y se duerme”.
Yo llegué al porteo desde el minuto uno de estar en casa con mi hijo.
Y es que aunque no usaba portabebé, lo llevaba cogido siempre. ¿Me diréis que eso no es portear verdad?
Bueno, yo considero que portear es llevarlo pegadito a ti, CONTACTO Y MOVIMIENTO más concretamente que es lo que ellos necesitan para sentirse seguros.
Y no es una regla escrita, o que me acabe de inventar, ni ningún bebé a hablado para decirnos que lo que les gusta es el contacto y el movimiento. Es cuestión de SUPERVIVENCIA. Así es, la evolución nos ha llevado a donde estamos ahora y los bebés lo traen de serie. Por naturaleza saben que si están en contacto con su madre hay movimiento es que están seguros.
Por eso sucede que en la cuna, quietos y sin el contacto cercano de su madre…LLORAN.
Y lloran para llamar a su madre, para indicarles que están en peligro. Que LA NECESITAN.
Por eso el porteo no es una moda, no es algo nuevo, es de siempre. Los gorilas portean y no usan fulares ni mochilas, pero portean. Y nosotros, los humanos lo hacemos desde hace muchísimos años. Y en las sociedades “más avanzadas” llegó el dinero, la clase media/alta y con ellos los carricoches, hace aproximadamente 160 años.
Esto sí que es nuevo, un invento que todo el mundo quería. Y que por supuesto que en ocasiones nos ayuda mucho. Pero OJO, nos limita, nos cuestiona y sobretodo nos desvincula de nuestras raíces, de lo que los bebés de verdad quieren y necesitan , el contacto con mamá.
Y repito, es un invento que muchas veces nos ayuda, y de hecho yo también lo uso muchas veces.
Pero cuando son recién nacidos, la mayor parte del tiempo han de estar en contacto con mamá.
Cuando te das cuenta de lo que tu bebé necesita, vienen el resto de cuestiones: hacer las cosas de casa, ir a hacer la compra, un paseo, cólicos, etc.
¡¡Aquí es cuando el porteo con portabebé aparece para solucionarnos la vida!! Para dejarnos los brazos y manos libres y para liberar nuestra espalda y nuestro cuerpo en general de “malas cargas y posturas”.
Y entonces, llegamos al final del taller o asesoría y les respondo yo a la pregunta:
PORTEO POR PLACER, porque mi hijo necesita mi contacto.
PORTEO POR PLACER, porque pegadita a él soy feliz, y él también.
PORTEO POR PLACER, porque disfruto de él mientras realizo otras actividades.
PORTEO POR PLACER, porque da igual cuál sea la circunstancia que te lleve a portear (cólicos, lloros, manos libres, contacto, hacer las cosas de casa, se lo has visto a una vecina, etc.), que si después de tiempo sigues porteando, lo haces POR PLACER.
¿Y tu, por que quieres portear? ¿Me lo cuentas en comentarios?
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