Es cierto que solemos considerar que se trata de un color demasiado serio, sin embargo, su tonalidad más clara aporta luminosidad y si sabemos combinarlo con gusto, podemos conseguir una decoración dulce, e incluso divertida, para la habitación de los peques.
Al ser un color bastante suave, podemos mezclarlo con tonos más alegres sin que resulte excesivo ni recargado. te pongo algunos ejemplos para que veas que el gris también puede encontrar su lugar en un dormitorio infantil.
La mezca de amarillo y gris siempre me ha gustado. Son dos colores que casan a la perfección. Como ves, los elementos infantiles, como los juguetes, restan seriedad.
En este caso el gris es más fuerte, pero los colores de la manta y de la alfombra logran una decoración muy divertida.
Por último, la combinación con el rosa o el color salmón, siempre triunfa para las habitaciones de niñas.
¿Qué te parece? ¿te gusta el gris para los dormitorios infantiles?
Fotos: Ohdeedoh, Pinterest y Swe Daisy Spaces