Esto de la maternidad a veces es una extraña competición con meta vaya-usted-a-saber-cuál y medalla mi-hijo-es-el-más-espabilado-del-mundo-mundial. O algo así. Y mira tú por dónde a mi no me interesa participar. Puedo comentar cuándo mi hijos hijos han hecho esto o lo otro. Y con orgullo, que para eso soy su madre. Pero nada de competir, que no tengo nada que demostrarle a nadie. Soy así de simple.
Mi hija se toma las cosas con calma para todo: para crecer, para ganar peso, para gatear, para ponerse de pie... ¿y qué? Ella va a su ritmo, poco a poco. Igual es para contrarrestar las prisas que tuvo por nacer. Yo qué sé. Pero la cuestión es ¿por qué debería meterle prisa para que haga una cosa u otra? ¿Por qué meterle prisa para andar?
Creo recordar que hay una sabiduría popular que dice que a los 9 meses ya debería ponerse de pie, o eso me dijeron entonces en su revisión (podéis leerlo aquí). Pero no. Mi hija no se puso de pie agarradita a algo hasta el año. Y hasta los 13-14 meses ha necesitado de las dos manos para andar. Porque ella quiere andar, pero acompañada, que de tonta no tiene un pelo. Desde entonces ella va agarrada de un dedo de alguien.
Y no es que haya algún problema físico. Para nada. Es algo tan simple como que ella no se siente segura yendo sola. Si bien la dejamos a su ritmo, también he de decir que en un par de ocasiones hemos hecho trampa, simplemente por asegurarnos de que no hubiera nada más. Que también hay que callar a la conciencia haciendo las comprobaciones oportunas.
La trampa es algo tan simple como ir andando y de pronto retirarle el dedo. Y ella ha seguido andando hasta que se ha dado cuenta de que iba sola, momento en el que entra en pánico, empieza a pegarse golpes en el pecho como si fuera King Kong mientras chilla como una loca (eso lo ha heredado de mí), que debe de querer decir algo así como "oye, idiotas, que me habéis soltado y dejado sola..." y acaba por sentarse en el suelo. Pobreta.
Por cierto, la perla más gorda que me han soltado al respecto es que la niña no anda porque la llevo en la mochila y se ha vuelto una comodona... Me ahorraré los comentarios, que como me conocéis muy bien seguro que me leéis el pensamiento...
Con 17 meses y aún no anda sola. ¿Y qué? Ella se agarra a cualquier sitio o a las paredes y va de una habitación a otra, y si no hay pared pues va a 4 patas. Y si hay alguien cerca le engancha el dedo y corre que se las pela. Ni que decir tiene que nos lleva a rastras. Ella tirando del dedo y del propietario del mismo.
Oye, yo prisa no tengo... que después de andar vienen las carreras, y su hermano ya me tiene agotadita. Tendrá 17 meses, pero ella no está preparada para andar. Hoy no. Mañana a lo mejor sí. O el mes que viene. ¿Qué más da? Ella es feliz. ¡Pues que ande cuando quiera!