Jose Antonio Marina
Quizás no lo parezca a primera vista, pero el tema que tratamos hoy, es de gran complejidad. Siempre que hablamos de aprendizaje, estamos hablando de memoria. Una vez que adquirimos una información nueva, ella es la encargada de conservarla y usarla, por lo que resulta tremendamente complicado hablar de la memoria como un término aislado.
La motivación es un factor clave para la memorización de contenidos
Decidí tratar este tema, tras la intervención de una mamá en mi muro de facebook, en una petición que realicé para compartieseis conmigo vuestros intereses. Esta mami me pedía pautas para trabajar la memoria, ya que a su hija le costaba retener los contenidos que debía de estudiar para el colegio. Inmediatamente se me vino a la cabeza la idea de la motivación escolar, tema del segundo post de mi web. Así que, relacionando esas dos ideas, creí que podía crear un artículo interesante, dando pautas específicas para trabajar la memoria infantil, teniendo en cuenta, como no, la motivación y el interés del niño, hacia los contenidos a recordar. Sin embargo, como he dicho, la memoria tiene mucha más importancia de lo que parece en nuestras vidas. Como indica Joaquín Fuster en su libro "Memory in the Cerebral Cortex":
"La memoria es una propiedad funcional, entre todas, de todas y cada una de las áreas del córtex cerebral. Por eso, como el córtex está implicado en todas nuestras representaciones del mundo y en nuestras conductas, la memoria forma parte de todas nuestras operaciones."
Evidentemente hay cosas que nuestra memoria retiene sin tratar de hacerlo nosotros de forma voluntaria. Captamos información constantemente a través de nuestros cinco sentidos, y es un porcentaje muy pequeño el que retenemos por voluntad propia. En el proceso del estudio, en concreto, habría que hablar, sin ninguna duda, de la atención. A ella le dedicaré un artículo en exclusividad próximamente. De momento, como avancé anteriormente, ofreceré 9 sugerencias con las que desarrollaremos tanto la atención, como la memoria de los más pequeños de la casa. Como para cualquier otro aprendizaje tendremos que tener en cuenta las emociones del niño, y mediante la alegría y la diversión, siempre obtendremos mejores resultados :):
Comienza con retahílas sencillas: Desde "Los 5 lobitos" al "sana, sana". La mayoría de retahílas tienen una rima muy fácil de recordar. También puedes dar uso de refranes populares, adivinanzas o trabalenguas.
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Cuéntale un cuento, y después realízale algunas preguntas sobre él: Al principio cuestiones sencillas "¿Con quién se encontró Caperucita Roja en el bosque?" poco a poco, aumenta el nivel de dificultad.
Juegos de memoria: Muéstrale varios objetos, después cúbrelos con una manta y quita uno. Deberá adivinar de cuál se trata. Hay juegos clásicos como el de "Las parejas", así como otros, por ejemplo "Simon", donde debemos repetir una secuencia de colores mostrada con anterioridad.
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Utiliza la tecnología: Hoy en día existen multitud de webs con juegos de memoria visual y auditiva, como ésta con personajes de Disney, o ésta otra con “Los Padrinos”. Ambas son gratuitas .
Puzzles: Tratar de resolver un rompecabezas como éste, después de ver una imagen, es un excelente ejercicio de atención y memoria, además de trabajar también la motricidad fina y la coordinación óculo-manual.
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Realiza peticiones cada vez más largas. Me explico: Para comenzar “coge un par de calcetines”, después “coge un par de calcetines del segundo cajón”, “coge un par de calcetines rojos, del segundo cajón, después de ponerte el pijama”. Es una pauta sencilla, pero muy eficaz :).
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La música. Sus beneficios son innumerables, en este caso resaltaré el avance lingüístico y memorístico. Recordar su melodía, así como la letra de sus canciones preferidas, será una actividad divertida, a la vez que educativa. Una idea : El juego de las parejas también puede realizarse con sonidos: animales, ambientales o con pequeños fragmentos de melodías. Aquí tienes una prueba :).
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No olvides su memoria autobiográfica. Pregúntale sobre momentos pasados, las vacaciones, otros cumpleaños o fiestas importantes. Y lo más importante, qué tal le ha ido el día. Esto es mucho más que un ejercicio de memoria, te ayudará a conocer más sobre qué piensa y qué siente tu hijo. Aquí te dejo 25 formas diferentes de preguntarle a tu hijo “¿cómo ha ido en el cole?”. Interesantes, ¿verdad?.
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Asegúrate de que duerme lo suficiente. Dormir es una necesidad fisiológica que tiene una doble misión, descansar el cuerpo y organizar el cerebro. Esa organización permite que los conocimientos adquiridos durante el día se asienten y ordenen, pasando a formar parte de la memoria a medio o largo plazo.
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Espero que te resulten de utilidad. Ante cualquier duda o sugerencia al respecto, no dudes en publicar tu comentario o en hacerme llegar tu opinión. ¡Estaré encantada de conocer tu punto de vista!
Un fuerte abrazo.
Belén.