En el día a día con nuestra pareja y nuestros hijos son muchas las veces que nos enfadamos más de la cuenta porque nos centramos en lo que no nos gusta de la otra parte y no en lo que nos gusta. Nos enfocamos en lo que no nos gusta, y no intentamos verlo como algo positivo. Nos dejamos llevar por lo que provoca en nosotros que nuestro hijo se entretenga cada 2 minutos hablando por el camino con alguien y acabamos llegando tarde porque es muy "charlatán" en vez de buscar la parte buena y de aceptar a los hijos como son algunos son muy extrovertidos y estos consejos le puede ser de mucha utilidad cuando sea adulto. Ver la parte buena no va a cambiar que lleguemos o no lleguemos tarde, pero si nos va a evitar un enfado y estaremos mucho más tranquilos.
Al aceptar a los hijos siempre podemos transformarlo en algo positivo. Con nuestros hijos por ejemplo nos enfadamos a veces porque hacen cosas que a nosotros no nos gustan y queremos cambiarles. ¿Por qué no los aceptamos tal y como son? Es mucho más enriquecedor aceptar que nuestro hijo va a ser una persona que no se va a conformar y va a luchar en la vida por lo que quiere, si vemos que es un niño que siempre protesta y que siempre quiere más, que si lo que hacemos es quejarnos de lo "protestón" que es.
El otro día hice una pequeña lista que me ha sido de gran ayuda, sobre como tener una visión más positiva de las cualidades que me parecían más negativas de mi hijo aprovechando el taller que estoy realizando de disciplina positiva. en el que voy aprendiendo más herramientas y afianzando todo lo aprendido se puede apoyar de estos consejos para poder cuidar, apoyar y aceptar a los hijos como son.
Hacer una lista en la que convertir características que nos parecen negativas en cualidades más positivas que tener a mano para leer de vez en cuando es muy útil para ayudarnos a mantener la calma en esos momentos en los que te desesperas porque tu hijo no escucha o no te hace caso. En este artículo podéis ver esa pequeña lista en la que hago ese cambio. Características o cualidades, que como explico en ese artículo tenemos que tener en cuenta y podemos aferrarnos a ellas, pero intentando evitar etiquetar a nuestros hijos con ellas tanto si son positivas como negativas.
Por lo general muchas veces nos vemos rodeados de pensamientos negativos originados en nosotros mismos o nos vemos rodeados de quien los tiene y nos los transmite, pero tenemos que ser capaces de filtrar esos pensamientos para llegar a ser mucho más felices.
Un pensamiento negativo no te lleva a nada bueno, si es negativo te lleva a algo más negativo. Hay que darle la vuelta siempre a las circunstancias.
He llegado a un punto en mi vida en el que he comprendido que de nada sirve quejarnos, sino ponemos solución.
La queja solo es una pérdida de tiempo y un pensamiento negativo que te deja paralizado y anclado sin dejarte avanzar.
Por eso para qué quejarnos de que nuestros hijos no se portan bien, vamos a darle la vuelta a esto y a buscar la manera de resolver la situación.
Elabora un plan de acción, si ya sabes que acostar a lo peques por la noche es un momento de conflicto porque no se quieren ir a la cama, cambia esa rutina y ellos cambiarán también. Hay veces que tenemos que asumir que los niños no van a dejar de hacer ciertas cosas por mucho esfuerzo que pongamos como padres, pero muchas veces un simple cambio en las rutinas hace que ellos dejen de hacer esas ciertas cosas.
Si por la noche te cuesta que se ponga el pijama y se ha hecho ya un hábito en el que siempre toca pelea para ponérselo, cambia ese hábito. Dale opciones de elegir qué pijama quiere ponerse, cambia la hora de ponérselo, pídele su ayuda, búscate la manera de que lo vea como algo distinto. Si como te decía antes para él ya se ha convertido en hábito protestar por no querer ponerse el pijama cambia ese hábito. Incluso dale la opción de no ponérselo, no como una amenaza ni un castigo, sino como algo que él pueda elegir y no venga obligado por ti. Puede que duerma unas noches con ropa pero al final verá que es mucho más cómodo el pijama, que a ti no te importa que no se lo ponga y no tiene que llamarte la atención por eso, cambiará su hábito y se pondrá el pijama como algo normal.
A veces es necesario ampliar un poco algunos límites. No va a pasar nada porque un día no se coma todo el plato o porque no recoja sus juguetes. Tienen que aprender las consecuencias naturales de la vida. Si no comes te dará hambre. Si no recoges mañana no vas a poder jugar porque no encontrarás nada. Y darles la posibilidad de elegir a ellos. Pueden hacerlo, pueden elegir. Tu como padre sí vas a elegir cuál es el limite que estás dispuesto a ampliar. Hay limites infranqueables como cruzarse corriendo una carretera pero no es lo mismo la consecuencia que puede tener traspasar ese límite, puede atropellarle un coche, que no comerse todo el plato.
Si aceptamos a nuestros hijos con todas sus cualidades tanto las que nos maravillan como las que a veces nos vuelven locos, nos irá mucho mejor.
A todos nos gusta que nos acepten como somos. Más simpático, menos simpático, más tranquilo, más nervioso, pero nos gusta ser aceptados, no nos sentimos bien cuando otra persona pretende cambiarnos y convertirnos en algo que no somos. Algo que sin darnos cuenta como padres hacemos muchas veces, queremos convertir a nuestros hijos en algo que no son porque lo que vemos no nos encaja como "hijo modelo" que siempre se porta bien y nunca hace nada mal.
Vamos a mirarles y a quererles tal y como son, ellos lo hacen con nosotros nos quieren tal y como somos.
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Nos vemos.....