Desde Padres y Madres de Hoy, nos ha llamado la atención un método que nos puede ayudar a llegar a acuerdos con nuestros hijos e hijas. ¿Habéis escuchado hablar sobre los contratos entre padres e hijos? Ya sabéis que tenemos la suerte de contar con nuestra psicóloga de cabecera, Catalina Fuster.
¿Qué opinas acerca de los contratos entre padres e hijos?
La educación de los niños es una responsabilidad de los padres. Todo lo que ellos puedan hacer para implementar valores y comportamientos positivos serán un beneficio para ellos.
Al fin y al cabo, son las personas que más amamos, nuestro deber es guiarles.
Prepararlos para que se puedan desenvolver de forma adecuada y eficiente en el mundo que les está esperando cuando tengan más edad. Por eso, es necesario la aplicación de ciertas normas desde que son pequeños por parte de los padres.
estas normas no deben de ser impositivas.
El niño tiene que comprender qué hay detrás de cada norma y, siempre que sea posible, ser parte responsable de su creación.
Imaginemos un pueblo que no pueda hacer nada contra las normas que se le imponen de forma tiránica y sin debatirlas… Con la educación de nuestros hijos debe de ser igual. Para ello existe una técnica en Psicología Educativa llamada contratos de comportamiento entre padres e hijos.
Contratos entre padres e hijos para mejorar su comportamiento
Como en todo contrato, hay dos partes, la contratante y la contratada. De tal forma que la contratada, (nuestros hijos e hijas) tienen que realizar una serie de objetivos a cambio de unas recompensas.
Este contrato llega como resultado de un común acuerdo entre ambas partes.
Traslademos estos conceptos del mundo laboral a la relación entre padres e hijos. Los padres deben sentarse a hablar con sus hijos sobre ciertas normas de comportamiento que deben de cumplirse. Hacerles entender esa necesidad y escuchar las propuestas de un lado como del otro.
Contratos dependiendo de la edad
Estas conversaciones deben adaptarse a la edad de los hijos al igual que los contratos. No será lo mismo un contrato realizado para un niño de 3 años que para uno de 10. Las responsabilidades irán creciendo con el tiempo.
los contratos entre padres e hijos, suelen realizarse también, entre
profesor y alumno.
será más efectivo para corregir
conductas inadecuadas.
Por supuesto siempre con el consentimiento y bajo la supervisión de los padres. Ya que tienen que ser congruentes con lo que se pacte en ese contrato, sino es así, no servirá de nada. Hay puntos fundamentales en el “contrato de comportamiento”:
El niño tiene que estar de acuerdo.
Recompensas que les motiven para cumplirlo punto por punto.
¿Cómo redactamos un contrato entre padres e hijos?
Podemos encontrar modelos de este tipo de contratos para obtener ideas y adaptarlos a nuestro caso para corregir conductas o comportamientos inadecuados. Sino se cumplen estos puntos será difícil que funcione.
Llegar a un acuerdo con el profesor acerca del objetivo a corregir.
Todo debe ser expuesto en un lenguaje muy claro y sencillo.
Nuestros hijos o hijas tienen que entender que es lo que están haciendo mal.
Deben estar de acuerdo en querer mejorar y no sentir que es una imposición.
Hijos y padres deben firmarlo, estando de acuerdo ambas partes.
Deben quedar claras las consecuencias en caso de
Los premios deben ser acordes a las metas conseguidas.
Consiste en entender y comprender,
no en acatar órdenes.
Por eso este método es uno de los más efectivos, sobre todo para corregir conductas muy alejadas de lo deseable. Escuchar lo que dice Catalina Fuster, siempre nos da que pensar. Desde Padres y Madres de Hoy estamos muy agradecidas a sus aportaciones.
Por otro lado, si tenéis ganas de saber más acerca de este tema, no os perdáis este artículo, del Cuerpo Nacional de Policía. Aquí tenéis más información acerca de este tipo de contrato, para racionalizar el uso de los teléfonos móviles en la adolescencia. Han redactado un modelo de contrato ¡¡Bájatelo¡¡.
Esperamos vuestras opiniones o experiencias acerca de este tema. Siempre será un placer escucharos, es la mejor forma de aprender. Tomaremos buena nota de lo que queráis compartir con nosotras.