Con los años, la dejadez, la torpeza, o todo un poco, han hecho que no sea una persona muy 'acuática' y tengo verdadera admiración por la gente que disfruta en el agua. Con esto quiero deciros, que si estáis dudando sobre enseñar a nadar a vuestros niños, hacedlo. Aunque os cueste, penséis que no sois los más indicados, u os de pereza.
Con vosotros se sentirán seguros, confiados, amados, sois los mejores profesores y emisores de normas, de reglas, incluso dentro del agua. Nadando aprenderán disciplina, disfrutarán y lo más importante, es un acto de supervivencia ante cualquier incidente. Si aún así, queréis que unos profesionales en la natación, sean quienes enseñen a los peques, ahora tenéis en casi todos los barrios, pueblos y ciudades, piscinas absolutamente equipadas con cursos bastante asequibles para vuestros hijos.
¿Este verano vais a practicar en la playa o en la piscina? ¿Le ponéis manguitos a vuestros bebés y les dejáis solitos en el agua?