Comenzando mis 36 semanas de embarazo, con el momento del parto en el horizonte y la acuciante sensación de que realmente puede ser en cualquier momento, resulta que a mi comadre (madrina sentimental de mis hijos... un día os explicaré qué significa esto) le ha dado por hacerme madrina de bautismo de su segundo pequeño, que no tiene ni dos mesecitos todavía.
Habida cuenta de que lo más seguro hubiera sido retrasar el bautizo hasta pasado mi parto -sobre todo por esa curiosa costumbre que tengo de parir justo cuando hay algún acontecimiento programado, como me sucedió cuando nació mi niña-, por motivos varios que no vienen al caso éste -el bautizo, no el parto- será a primeros de septiembre.
O sea que aquí, servidora, acudirá con un barrigón tamaño considerado, dada la proximidad de la fecha de parto. Y eso me obliga a hacer algo que tenía totalmente alejado de mi pensamiento: buscar con urgencia un modelo premamá para la ocasión.
A estas alturas de embarazo me he acomodado, pensando que ya lo poco que queda no me merece la pena invertir dinero en ropa premamá y la verdad es que me apaño muy bien con lo que tengo, vestidos casual de algodón, vestidos holgados, vestidos largos sueltecitos... Vamos, que realmente poco me hace falta.
Pero para una vez que voy a ser madrina -miento, ya soy madrina de mi hermano pero por entonces tenía 15 años y ejerzo más de hermana que de madrina-, no quiero ir de cualquier manera. Y porque además mi amiga y mi ahijado se lo merecen. El caso es que si a veces ya es difícil encontrar un modelo de ceremonia que te guste en situación normal, embarazada ya la cosa se complica. Y ciertamente no estoy para mucho jaleo.
Bicheando por ahí y haciéndome a la idea de lo que me suele sentar bien o no con este barrigón -porque no toda la ropa premamá favorece por igual a todas las barrigas- me han gustado estos modelos de vestido premamá de Esprit que creo que me podrían sentar bien a estas alturas de embarazo, e incluso aprovecharlos tras dar a luz, al menos alguno de ellos. Espero que me deis vuestra opinión a ver qué os parecen para tal ocasión, porque a estas alturas y con mi dispersión mental no se si estoy lo suficientemente fina para lidiar estas cuitas.
El primero es un vestido sencillo que a primeras no es de ceremonia. Creo que es la típica prenda que llaman poco vista en percha -o en imagen- pero que puesta cambian mucho, y con unos complementos adecuados podría quedar muy bien, y luego reutilizarlo perfectamente en cualquier ocasión menos festiva y ceremoniosa. Aunque en la imagen no se aprecia bien, tiene un detalle de encaje en el hombre que lo embellece.
La combinación con pendientes y pulsera dorada y tonos azules, por ejemplo, le daría un toque fino y distinguido y convertiría una prenda cotidiana en especial.
En segundo lugar, este vestido me gusta mucho por discreto y estilizado, el tipo de escote me favorece. No sabría si elegirlo en verde o azul porque ambos colores me encantan y me sientan bien. A estas alturas del año me da pereza comprar ropa veraniega y este vestido es ideal para la época del año que se avecina.
Su principal ventaja, que es un vestido de lactancia, por lo que podría usarlo en el embarazo y posteriormente y dar el pecho a mi bebé cómodamente. El inconveniente es que aquí septiembre es una lotería, normalmente es caluroso pero recuerdo septiembres fresquitos, con lo cual dependería mucho de la climatología del día el ir estupenda o no y quizás pueda verse muy de invierno para la época, aunque el bautizo es de tarde y la media manga suele ser socorrida cuando refresca.
Así quedaría el look que he compuesto en caso de elegir el modelo azul, he elegido collar y pulsera en plata como complementos, discreto pero elegante.
Para modelo en color verde elegiría complementos en dorado, pues me gusta mucho más cómo le va al tono del vestido.
Por último, el que me ha enamorado de verdad, es el vestido ideal para un evento así. El encaje siempre resulta fino y elegante y tanto el color como la manga son muy adecuados para la época del año en la que estamos.
No se si podría usarlo después del embarazo, y tampoco es un vestido de lactancia, pero gana enteros el hecho de que es el vestido perfecto para la ocasión que se trata.
Con unos complementos discretos en tono nude, en esta ocasión incluyo en el look un zapatos de salón clásico, de tacón bajo -más no podría llevar y por mi estatura no me favorece el zapato plano- para hacerme una idea global. Creo que iría divinísima de la muerte con él y sería la perfecta madrina de bautizo embarazada.
Y como me ha traicionado la curiosidad, mirando la colección de niña he visto este precioso vestido con el que mi princesa no solo iría preciosa sino que además iríamos conjuntadas con esa tendencia tan actual #likemum, ¡muero de amor! Soy capaz de cambiar los complementos nude a marino para no desentonar en nada.
La verdad es que es difícil elegir, ¿informal y discreto pero correcto o elegante, fino y delicado? En estos momentos envidio no tener un personal shopper que me libre de dudas y me diga "¡nena, este es el ideal para ti!", ¡qué tranquila me quedaría!.
¿Qué look os parece más acertado? ¿Creéis que he hecho una buena elección?, venga, que seguro que más de un@ tenéis alma de personal shopper.