Nuestros hijos como ya he mencionado varias veces en otros artículos son el mayor tesoro que tenemos en la vida. Para nosotras las madres es muy fácil amarlos desde que se están formando en nuestro vientre y después de nacer tratamos de darles siempre lo mejor y siempre pensamos que no han crecido, aún después de ser adultos. Pero sinceramente educarlos y guiarlos por el buen camino es una de las tareas más difíciles que nos ha tocado.
Cada niño o niña tiene su propia personalidad y dependiendo de esa personalidad es como debemos moldearlo, porque en ocasiones tenemos dos hijos que han crecido y han sido educados de igual manera, dentro del mismo hogar y con las mismas reglas, sin embargo muchas veces uno es muy distinto al otro, en carácter, en rebeldía, en su comportamiento y en la manera de ver la vida, y entonces nos hacemos preguntas como: ¿Por qué estos niños son tan diferentes si lo hemos educado de igual manera? Esto se debe como ya les explicaba a que cada uno tiene su propio yo, sus propias cualidades.
Ahora bien, muchas veces nuestro niño está un poco desobediente y por todo reclama y hay momentos en lo que como madre o padre sentimos que ya no hayamos la forma de que entre en razón y lo que hacemos es gritarles todo el tiempo, reclamarles sin encontrar la calma. Pero existen varias formas de educarlos sin llegar a este punto. En este artículo les brindo algunas claves para lograrlo.
Claves para educar a los hijos.
Buena comunicación y comprensión.
Primeramente desde temprana edad debemos comunicarnos con nuestros hijos, comentarle sobre algunas medidas o cambios que se tomaran en casa que puede afectarlo o ser importante para él. Debemos darle espacio y oportunidad para que nos exprese sus intereses, su opinión sobre ciertas cosas que en ocasiones creemos que porque es muy pequeño no tiene derecho a opinar. Debemos preguntarle si está de acuerdo en cuanto a los planes que hacemos de viaje de planificación en cosas de la familia. De esta manera el niño se sentirá con valor y con mucha confianza para expresar lo que siente.
Comportarnos correctamente frente a ellos.
Los niños se van desarrollando y aprendiendo en la vida las cosas que ven diariamente, es decir nos imitan a nosotros los padres, ya que somos las personas que convivimos con ellos. Por tanto debemos mantener buenas normas de conducta como la organización, explicarles la importancia de recoger sus juguetes una vez que hayan terminado de jugar. Debemos entre nosotros los padres tratarnos bien, saludarnos cuando llegamos a casa. Así los niños imitarán estas buenas costumbres y serán niños educados.
Establecer reglas y límites.
Cuando el niño no accede a obedecer nuestras órdenes la solución no es reclamarles constantemente sino darles una explicación de por qué es importante que el cumpla con la tarea que le estamos indicando y qué consecuencias traerá su desobediencia en la vida. No importa cuán pequeño sea nuestro bebé, él cederá a las palabras dulces con la que le estamos explicando las razones por la que debe obedecer. En tanto si nos alteramos y empezamos a gritar, el niño se hará cada vez más rebelde.
Permitirles aprender de sus errores.
En el mayor de los casos las madres sobre todo tendemos a ser sobre protectoras, por lo que no dejamos que nuestros hijos corran riesgos ni se equivoquen, lo que es un error. Hay momentos en lo que debemos darles esa confianza y permitirles errar para que ellos mismo reflexionen en que estuvo mal y que estuvo bien. Si el niño se cae no debemos salir siempre corriendo sin darle tiempo a que este se defienda por sí mismo, si continuamos así este niño cuando este lejos de nosotros los padres se sentirá solo e indefenso sin saber qué hacer.
Evitar comparaciones.
Como mencionaba anteriormente, nuestros hijos no necesariamente deben actuar de igual manera, por lo que no debemos estar todo el tiempo comparando a uno con otro, evitemos fases como: no te pareces en nada a tu hermano, tienes que aprender de él, estas expresiones muchas veces las usamos sin ninguna mala intención pero estamos haciéndoles daño y creando además enemistad entre los hermanos.
Premiar por las cosas buenas.
Muchas veces los niños necesitan de un estímulo para impulsarlos a seguir con los buenos comportamientos, si el niño está teniendo buena conducta en la escuela o si se decide a ayudar en alguna tarea, debemos alabarlo, expresarles qué feliz nos hace su buen comportamiento, premiar con un beso o un abrazo después de tener una buena acción.
Compartir experiencias.
Cuando nos sentimos sin saber qué hacer para mejorar la conducta de nuestros hijos, es bueno compartir lo que nos pasa con otros padres que quizás nos puedan dar alguna herramienta que aún no hemos utilizado, además esto nos hará ver que nuestros hijos no son los únicos que actúan de esta manera y esto nos tranquilizará un poco.
Reconocer nuestros errores.
Hay momentos en el que nos encontramos con cierta carga de trabajo o algún problema que no nos deja pensar con claridad y descargamos esa mala energía sobre nuestros niños, tratándolos groseramente o simplemente no le prestamos la atención que necesitan en un momento determinado. Cuando esto ocurre debemos ser capaces de pedirles perdón y reconocer que nos equivocamos.
Respetar su espacio y privacidad.
Es bueno darles confianza a nuestros hijos y brindarnos además de como padres como amigos, pero no debemos pretender ser sus mejores amigos y mucho menos invadir su privacidad, haciéndolos sentir mal e incitándolos actuar de manera oculta ante nuestros ojos. Siempre estaremos por un nivel encima de ellos que no se debe romper, seremos confidentes pero nuestra autoridad siempre estará por encima. Es decir para darles confianza no es necesario ceder ante todas sus peticiones.
Conocer sus preocupaciones.
Como padres muchas veces pensamos qué solo los adultos tenemos cosas que nos preocupan y nos atormentan e imaginamos que los niños solo piensan en divertirse y que nada los aflige, pero en realidad ellos también tienen sus preocupaciones y sus dudas en la vida que muchas veces ignoramos y debemos estar al tanto de esas cosas.
Espero que estas claves te hayan servido en la educación de tus hijos y que hayas disfrutado de este artículo.