Una de las tareas más complicadas para algunos padres es dar de comer a sus hijos. Muchos niños rechazan contínuamente alimentos no sólamente necesarios, sino, vitales para su futuro desarrollo. La alimentación de nuestros hijos está dejando de ser una prioridad entre los padres que, muchas veces, por no hacer de la comida una lucha diaria permiten que sus hijos rechacen este tipo de alimentos.
Sin embargo, la creciente obesidad infantil en nuestro país hace que debamos cuestionarnos qué estamos haciendo mal para que desde hace unos años el porcentaje de niños que comen mal sea muy superior al de los niños que comen saludablemente. Debemos tomarnos en serio la alimentación de nuestros hijos, puesto que de ella depende en cierta forma su salud de mañana.
Cómo debe ser la alimentación de nuestros hijos
Uno de los motivos por los que, en ocasiones, los niños no comen correctamente es porque es su hogar no existen unos hábitos correctos de alimentación establecidos. Por ello, lo primero que debemos hacer si queremos que nuestros hijos coman bien es ser coherentes con lo que queremos enseñar a nuestros hijos y practicar los comportamientos alimenticios que queremos que realicen ellos mismos.
Para poder 'practicar con el ejemplo', debemos conocer cuáles son las pautas a seguir para lograr la correcta alimentación de nuestros hijos. Su comida debe ser sobre todo muy variada, es muy importante que desde sus primeros años de vida consigamos que nuestros hijos coman de todo, dándoles la posibilidad de probar múltiples alimentos.
Además de variada, obviamente, la comida que ofrezcamos a nuestros hijos debe ser sana, nutritiva y equilibrada. Para planificar la alimentación de nuestros hijos, debemos tener en cuenta si comen en el colegio cuál ha sido su menú, para poder equilibrar los alimentos diarios. Siempre es mejor escoger alimentos con menos grasa y de todos los grupos (verduras, frutas, carne, pescado, legumbres, cereales...) evitando alimentos ricos en calorías y sin aporte nutricional como pueden ser pizzas, hamburguesas o chucherías, que podrán tomar únicamente en ocasiones especiales.
Qué cantidad de comida debemos dar a nuestros hijos
Otro de los motivos que irremediablemente causa una grave obesidad infantil en los niños es la cantidad de comida que ingieren. En épocas anteriores, considerábamos sanos a aquellos niños rollizos que comían grandes cantidades de comida. Sin embargo, esto no tiene por qué ser lo correcto. El ritmo de desarrollo y crecimiento de los niños es muy personal, por lo que su alimentación debe adaptarse a sus características individuales, es decir, no todos los niños deben comer la misma cantidad de comida.
¿Cómo sabemos cuál es la cantidad adecuada? No existe una ciencia exacta. Lo mejor es dar una dosis pequeña de comida a los niños de corta edad, ya que serán ellos quiénes pidan más comida en caso de quedarse con hambre. Aún así, debemos prestarles mucha atención. Puede ocurrir que los niños pequeños coman un día muy poco y en cambio al día siguiente coman bastante, sin embargo, si percibimos que nuestro hijo come demasiado poco debemos consultarlo con un médico antes de obligarle a comer más, puesto que puede ser que nos estemos equivocando y demos a nuestro hijo demasiada cantidad de comida lo que desemboque en problemas alimenticios y obesidad infantil.
El mejor truco es seguir las pautas que establece la Pirámide de Alimentación para niños de corta edad, a través de la cual podrás enseñar a tus hijos qué alimentos deben comer para crecer bien y saludables.
Pequeños trucos para que coman bien
A pesar de todo esto, aunque hayamos establecido unas pautas correctas de alimentación y sepamos qué cantidad diaria es la adecuada para nuestros hijos, a veces nos encontramos con que nuestros hijos rechazan categóricamente un alimento esencial para su crecimiento.
Este problema desespera a muchos padres que no encuentran solución y terminan permitiendo que su hijo no pruebe este alimento. Por supuesto, esta no es la solución. Debemos poner mucho empeño y buscar las mil y una formas para conseguir que inserten este alimento en su dieta. El truco principal es proporcionar a nuestros hijos una comida apetitosa, 'camuflar' el alimento odiado dentro de comidas que al niño le encanten, como por ejemplo, una masa para croquetas. Lo importante no es la forma, sino que el niño tome ese nutriente, por lo que todo lo que seamos capaces de inventar bien está.
La importancia del desayuno y la actividad física
Por último, para conseguir una alimentación correcta y saludable, debemos destacar la importancia del desayuno. Según los nutricionistas, es la comida más importante del día, aunque la realidad es que un 20% de los niños españoles sólo toman un vaso de leche para empezar el día.
Esto conlleva que los niños comienzan el día muy bajos de energía y no pueden llevar a cabo correctamente las actividades físicas que realizan en el colegio, vitales igualmente para evitar la obesidad infantil. Además, el hecho de no haber desayunado correctamente hace que a media mañana los niños tengan la necesidad de un gran aporte energético que encuentran en alimentos cargados de azúcar y ácidos grasos, como puede ser la bollería. Una buena solución sino tenéis tiempo suficiente de dar un correcto desayuno a vuestros hijos es llevar a los pequeños a desayunar en el colegio, así os aseguráis de que comienzan el día con un buen desayuno muy completo.
Por último, muy importante: los niños deben desarrollar una actividad física acorde para su edad. Además de la educación física desempeñada en la escuela, debemos animar a nuestros hijos a desarrollar cualquier tipo de deporte, que además de evitar una futura obesidad, aporta otros muchos beneficios para los niños.
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