Aunque se está investigando si la genética influye en el desarrollo de la obesidad, el coordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el doctor Jaime Dalmau, asegura que las principales causas son el “cada vez más elevado nivel de sedentarismo, la alta ingesta de calorías procedentes de grasas y proteínas y el bajo consumo de frutas y verduras”.
Los entornos que más influyen en la alimentación de los niños son el escolar y el familiar. El presidente del Comité Organizado del Congreso, el doctor Antonio Jurado, considera que en muchas ocasiones son los padres los que inculcan “malos hábitos alimentarios” a sus hijos, ya que debido a las prisas pueden recurrir a menudo a la comida rápida y a la bollería industrial.
La solución para reducir la obesidad infantil es lograr que la alimentación de los niños sea sana y libre de alimentos no nutricionales, como las chucherías o los bollos, y que realicen ejercicio físico a diario. Éste es clave durante la etapa de crecimiento y basta con subir las escaleras o pasear cada día durante unos minutos para ejercitar el cuerpo.
¿Alguno de vuestros hijos tiene problemas de sobrepeso? ¿Vuestros hijos hacen ejercicio y llevan una alimentación sana?
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