Hoy dedicamos este post a repasar algunos de los errores comunes que comentemos en la alimentación de nuestros hijos. Porque, como madre que soy, sé que este es uno de los temas que más te pueden llegar a preocupar. De modo que si quieres ver en qué puedes mejorar te sugiero que leas este post hasta el final.
Consideraciones previas
¿Estás que ya no sabes qué hacer para que tu hijo coma? ¿Quieres saber si estás cometiendo algún error en la alimentación de tu hijo? ¿Te has planteado cuántas veces habrás dicho: ¡venga cariño acábate la sopa! o si no te terminas las lentejas no hay postre.Estas u otras frases similares son típicas, comunes y habituales en multitud de hogares. No, no estás sol@. Somos muchos los padres que pasamos por estas circunstancias. Momentos en las que las comidas o las cenas se convierten en una lucha, y no solo con los niños más mayores si no también con los más pequeñitos.
En este artículo hablamos sobres los errores más frecuentes que cometemos los padres en la alimentación de nuestros hijos. Y qué podemos hacer para reconducirlos. Tener una alimentación variada y equilibrada ayuda mantenernos saludables. En Curiosite Mujer tienes la oportunidad de encontrar recetas saludables para ti y para toda tu familia y muchas ideas más.
Principales errores en la alimentación de nuestros hijos
No es fácil lograr que los niños siempre coman de todo. En muchos casos, yo diría que en la gran mayoría de ellos, los niños se niegan a comer determinados alimentos como los vegetales (tomate o lechuga) o verduras (judías verdes o brócoli) y, se encaprichan con un alimento determinado como las patatas fritas o los espaguetis, y si no directamente prefieren no comer.Vamos a ver en qué es posible que estemos fallando.
1.Convertir la comida en un premio o en un castigo
La comida debe tener su momento, su hora y su lugar. No debemos convertirlo en un premio por una buena conducta.Si lo pensamos bien, es probable que en alguna ocasión hayamos condicionado el postre favorito de nuestro hijo.
Sí, es esa frase tan típica de si te comes la verdura podrás comer helado. Con esta frase estamos lanzando el siguiente mensaje las verduras son tan malas que mamá o papá deben premiarte para que te las comas …
2. Presionar a nuestro hijo para que pruebe un determinado alimento
Es mejor animarle para que lo pruebe, pero si se niega y lo rechaza no insistir.Debemos respetar sus ritmos sin presionar, algo que muchas veces olvidamos e insistimos una y otra vez para que prueben ese plato de lo que sea que hayamos preparado, lentejas, verduras, pescado, …
3. Dar tentempiés entre comidas
Los tentempiés forman parte de una alimentación infantil correcta y saludable, pero hay que tener mucho cuidado en cuántas damos a nuestros hijos durante el día y qué tipo de tentempiés damos.Ofrecer demasiados o ofrecerlos en una hora cercana a las comidas influye directamente en el apetito, por lo que nos podemos encontrar que cuando le pongamos el plato en la mesa ya no tenga hambre.
El tipo de tentempiés debería incluir fruta o verdura (trozos de zanahoria, manzana, plátano, …) y evitar el pan y la bollería.
4. Olvidar la hidratación
Muchas veces olvidamos que los niños beban agua, sencillamente agua. Cada día cuando recojo a mi hijo mayor en el colegio veo a prácticamente el 90% de los niños bebiendo zumos de frutas, batidos de chocolate o bebidas azucaradas … y estas bebidas representan entre el 10 y el 15% de las calorías que ingiere el niño.Y lo que es peor, a veces representa la única fuente de hidratación que tiene el niño.Debemos fomentar que nuestro hijo tome agua siempre que tenga sed y a lo largo de todo el día, no solo mientras come.
Cuando hablamos de la alimentación de nuestros hijos nunca solemos pensar en la importancia de la hidratación. Se nos olvida por completo que el organismo en ocasiones confunde hambre con sed. Y en estos casos solemos comer más de lo necesario.
Una mala o deficiente hidratación puede estar detrás de :
Dolores de cabeza
Falta de de concentración
Pobre memoria a corto plazo
Dificultad para resolver problemas
Lentitud en los reflejos
Pensamiento lento
…
5. Ofrecer solo jugos envasados en lugar de fruta fresca.
Un gran error es pensar (y creer en los anuncios comerciales) que dando un zumo envasado a nuestro hijo, estamos sustituyendo la ración de fruta. Si ya un zumo natural priva al organismo de la fibra de la fruta, imagínate los zumos envasados que además contienen azúcares y vitaminas artificiales.Los zumos envasados son un preparado muy energético que carece de nutrientes esenciales y que generalmente aportan mucho menos de un 10% de fruta.
Y ya no hablo de los refrescos, nada recomendables.
6. Preparar verduras aburridas
Los niños comen más por los ojos que por la boca. De modo que cuando ven un plato de verduras hervidas lo más frecuentes es que arruguen la nariz y se nieguen a comerlas.Porque por lo general, las verduras sencillamente hervidas no tienen un aspecto nada apetitoso para nuestros hijos.
Si las aderezamos un poco, con queso, mantequilla, mayonesa … mejoraremos algo el sabor y nuestro hijo se las comerá mejor. Pero esto no significa que olvides ofrecer ese tan apetitoso y saludable puré de verduras que le sueles preparar.
7. Dar siempre lo mismo de comer
En algunas ocasiones identificamos que hay ciertos platos que les gustan más a nuestros hijos y nos limitamos a siempre darles lo mismo.Recuerda que una de las características de la alimentación infantil correcta es que sea variada y equilibrada. De modo que se recomienda ir preparando platos diferentes a nuestros hijos.
8. No permitir que los niños entren en la cocina
Este es un erro que cometemos con mucha frecuencia, quizás por miedo a que se hagan daño con algo. Pero se ha estudiado que si los niños colaboran y están cerca cuando cocinamos tendrán mayor propensión a comer aquello que han estado preparando.Contenido relacionado: Niños en la cocina
9. Hasta que el plato esté limpio
Este es uno de los errores más comunes en la cuando hablamos de sobre alimentación de nuestros hijos y la verdad que deberíamos empezar a rectificar desde hoy mismo.Es importante saber que todas las personas (pequeños y adultos) poseemos un mecanismo que nos indica cuándo debemos dejar de comer, que ya estamos saciados.
Los niños sanos suelen ser muy fieles a lo que su organismo les dicta.
Así, por norma general, nuestros hijos comen cuando tienen hambre y si no no comen o dejan de comer cuando ya no pueden más. Obligarles a comer más de lo que pueden es contraproducente y nada recomendable, porqué alteramos este mecanismo interno y promovemos la sobrealimentación.
Si quieres ver el plato limpio, sirve porciones más pequeñas y respeta siempre la decisión de tu hijo de no comer más.
10. Darse por vencidos
Muchos padres se cansan de luchar día tras día con sus hijos por el tema de la comida, para que prueben alguna cosa nueva, al no obtener los resultados que desean se desesperan y se dan por vencidos demasiado pronto.Se ha comprobado que a veces es necesario hacer 10 o más intentos para que un niño acepte un alimento nuevo.
Es importante, también, usar los “Puentes Alimenticios”. Si un niño gusta, por ejemplo, de los guisantes, es una buena idea seguir con garbanzos o habitas o alimentos parecidos ya sea en la consistencia, el sabor o, incluso, el color. Poco a poco, se irán expandiendo los gustos e, incluso, el niño podría elegir en el supermercado aquellos alimentos que desea consumir.
11. Esconder en algún lado de la casa las cosas dulces.
Otro error a modificar de inmediato porque tener escondido el chocolate, las galletas u otros dulces aumenta las ganas del niño de comerlas. Sencillamente porque son algo prohibido. Si no queremos que los consuma porqué nuestro hijo tiene algún problema de sobrepeso la mejor estrategia es no comprarlas y permitir que nuestro hijo tenga acceso libre a los alimentos para que elija por sí mismo. Lógicamente debemos supervisar.Conclusiones finales sobre los errores más comunes en la alimentación de nuestros hijos
Resumiendo, muchos padres pecamos en…obligar a que el niño coma más de los que puede;
premiar un buen comportamiento con golosinas y otros alimentos calóricos;
castigar al niño sin comida por si presenta alguna conducta desfavorable (a la cama sin cenar u hoy te quedas sin postre, …)
festejar cualquier acontecimiento importante de la vida del niño ofreciéndole una comida basura ;
permitir el consumo diario de bollos, bebidas gaseosas y azucaradas;
ofrecer, con frecuencia, platos precocinados por la falta de tiempo.
Una vez leído todo esto es hora de examinar nuestros hábitos y conductas alimenticias pero también nuestro frigorífico y frutero.
Para promover una correcta alimentación de nuestros hijos debemos ver si realmente tenemos los alimentos que más nos convienen. Y saber cuáles son realmente adecuados para mantener una sana y correcta alimentación. Solo de este modo podremos ofrecer una correcta educación alimentaria a nuestros hijos.