Todos aquellos papas que deciden apuntar a su peque por primera vez a una guardería o centro infantil seguro que tienen un gran dilema. No es tarea fácil decidir con quien vamos a dejar a nuestros pequeños durante toda una mañana, parte del día o incluso hasta el día entero.
En el momento de elegir la guardería, hay que tener en cuenta:
El proyecto educativo:
Puede ser propio o pueden estar guiados por el departamento de educación. Si están guiados por el departamento de educación podéis estar tranquilos porque va a reunir todos los requisitos que debe cumplir. Si por el contrario, es un proyecto propio, tenéis que haceros con él. Debéis conocerlo y leerlo a fondo, ya que puede tener alguna que otra carencia.
Que sea propio no significa que sea malo ni peor, ni muchísimo menos, simplemente es que se basan en su propia metodología de centro.
El personal:
Otro de los elementos fundamentales es el personal que trabaja en el centro, es decir las personas que forman el equipo. Este va desde el /la director/a hasta el personal de limpieza. Tenemos que fijarnos en todos ellos, pero preferiblemente en el que va a ser tutor/a de nuestro peque, ya que será con esta persona con la que va a estar directamente.
El personal tutor/a tiene que tener una titulación mínima de técnico superior en Educación Infantil y el ayudante o monitor tiene que estar en posesión del titulo de auxiliar de guardería.
Además debe tener una actitud: de respeto y confianza, afectuosa y afable, tolerante y no autoritaria, favorable hacia la búsqueda y el entendimiento, contraria a los prejuicios y estereotipos sociales, tener una conducta coherente y estable y sobretodo abierta a la participación.
El espacio:
Me refiero al espacio que tiene el peque para estar y jugar. Debe ser muy amplio y sobretodo ordenado, para que el niño/a se sienta a gusto.
Según la ley que regula las guarderías debe existir un mínimo de 2 m2 por niño.
Por otro lado las aulas tienen que tener luz natural y con ventanas para estar bien ventiladas. Los muebles y las mesas deberían ser móviles para adaptarlos al espacio según la actividad que hagan y respecto a la seguridad deben evitarse las esquinas, cubriendo los cantos con goma o protectores. Los enchufes tendrán que estar tapados o a una altura superior de lo normal para que ellos no alcancen (min 1.50m) y los radiadores tienen que estar cubiertos o sustituirlos por calefacción radiante. Respecto a las puertas lo ideal es que desde el puño hacia abajo estén cortadas para evitar que se pillen los dedos y colocar salva-dedos en la parte posterior para que tampoco se cojan los dedos al cerrarla.
En los suelos, lo ideal es que sean de parquet. Éste amortigua las caídas. En su defecto, es recomendable que al menos estén forrados con goma, sobretodo los espacios destinados a hacer psicomotricidad.
Y las zonas de descanso deben de estar perfectamente separadas y aisladas del resto, en cuanto a ruido y luz.
Los horarios:
Esto es un factor muy importante. Tenemos que tener en cuenta que la primera etapa de educación infantil que va de los 0-3 años no es obligatoria. Si dejamos a nuestros peques en una guardería principalmente será para que estén atendidos mientras nosotros vamos a trabajar. Con lo cual los horarios deben ser flexibles y adaptarse a las necesidades de los padres.
Normalmente en la gran mayoría de guarderías existe el horario de mañana que es de 9h-12h., el de tarde que es de 15h-17h., y todo día incluyendo la hora de la comida y la merienda.
Si por necesidades familiares se necesita ampliar esta franja horaria, hay guarderías que ofrecen horas extras de 7h-9h. y de 17h. a 19h.
Las actividades:
Conocer el programa de actividades de la guardería es muy importante. Las actividades favorecerán la estimulación y el desarrollo del niño.
Normalmente las actividades están marcadas por la rutina. Como por ejemplo la hora de la comida, la siesta, el cambio de pañal, etc. pero también por el juego.
Las rutinas son un pilar fundamental y muy importante porque a través de ellas transmitimos seguridad a los peques.
Nosotros como adultos sabemos perfectamente en cada momento lo que vamos hacer, pero ellos no. No tienen un reloj que les guíe de que es la hora de comer o de dormir, así que a través de la rutinas somos los adultos los que le marcamos este horario.
Les sirve para ubicarse en el espacio y en el tiempo. Esto es muy importante tanto en la guardería como en casa. Tener horarios y rutinas con los peques les ayuda a que se sientan más confiados.
La participación de los padres:
El papel de los padres y sus aportaciones son muy importantes en la guardería. Debe haber comunicación, participación y mucha interacción entre el centro y la familia.
Es primordial que la educación sea compartida por el centro y la familia facilitando la comunicación mediante el contacto directo familia-centro y el uso de la agenda. Incluso aprovechando la hora de entrada y salida en el centro. Es primordial pararnos aunque sean 2-3 minutos y comentar que tal le ha ido al peque.
Además sería muy recomendable que en la guardería hubieran reuniones y talleres para hacer más fácil la educación y comunicación.
El comedor:
Si necesitáis que vuestros hijos se queden a comer sería muy recomendable que el tipo de cocina fuera cocina propia. En teoría, en las guarderías, como hay menores de 1 año, por ley están obligados a que haya un espacio reservado para la preparación de alimentos. Con lo cual acostumbran a tener cocina propia, es decir, que hacen la comida ellos mismos. Pero es algo que antes de apuntar a vuestro peque os tenéis que asegurar. Si por el contrario, la comida es de catering, no pasa absolutamente nada. Simplemente con preguntar que empresa es la que sirve la comida e investigar un poco sobre ella ya os quedareis más tranquilos.
Como padres tenéis todo vuestro derecho a saber como mínimo 1 semana de antelación lo que van a comer vuestros hijos. Aunque normalmente las guarderías dan el menú con 1 mes de antelación. Debe estar formulado por un experto nutricionista. Debe ser modificado según exigencias alimenticias, así como alergias o intolerancia a algún alimento.
El periodo de adaptación:
Es fundamental los primeros días y más si el peque no ha ido nunca a la guardería.
Hay niños que se adaptan enseguida. En cambio hay otros que les cuesta separarse de mama y de su ambiente cotidiano.
Con lo cual el periodo de adaptación es algo que hoy en día hacen todas las guarderías. Sólo que cada una tiene su propio ritmo y modelo.
Según las horas que el niño/a vaya a estar en la guardería, lo ideal, es hacer periodo de adaptación. Los 3 primeros días de forma escalonada, entre 1h y 3h. Y el cuarto y quinto día, según como veamos al peque, intentar hacer la jornada entera o 3/4 partes.
El patio exterior:
Por ley deben tenerlo todas las guarderías y debe medir un mínimo de 75 m2. Pueden ser de tierra, con césped artificial o natural o protegido con caucho-goma. Lo principal es que los elementos que hayan en el exterior estén adaptados a los peques según sus edades.
En definitiva es muy difícil tomar la decisión de a donde vamos a dejar a nuestros peques. Ellos son lo que más queremos, por lo tanto, queremos que estén como en casa.
Como consejo, os diré que os fijéis, sólo y únicamente, en aquellas guarderías o centros infantiles que os transmitan confianza. Es decir, las que nada más entrar os de un buen feeling. Dejando a un lado la proximidad, el precio o la fama que pueda tener. El bienestar de nuestros pequeños esta por encima de toda esas cosas.
Si quéreis, dejarme comentarios sobre que cosas habéis tenido en cuenta o las que más importancia dais.
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