Depende mucho la edad de tus hijos en la que desees dar paso a este tipo de convivencia así como su personalidad ya que no es lo mismo un bebé que anda a gatas por el suelo y requiere ser tratado con delicadeza, un niño de 4 años lleno de energía pero aún frágil o uno de 10 con necesidades de un compañero que le siga el ritmo.
Ahora para un niño con TEA el asunto es aún más delicado. Los perros pueden ser un excelente estimulante y compañeros para su desarrollo, pero también corremos el riesgo de atacar los puntos de intolerancia de nuestros pequeños por ejemplo el exceso de ruido o si existe un comportamiento del tipo TOC (el olor, los pelos, cosas rotas, etc) así que si has decidido traerle un nuevo amiguito no dejes que se te escape nada antes de hacerlo.
El temperamento
Busca un perro de carácter dócil, tranquilo y cariñoso, los niños con TEA necesitan sentirse muy seguros para poder desenvolverse en su entorno, por lo que un perro nervioso, apático, agresivo o demasiado enérgico podría hacerlos entrar en crisis, es mejor si el perro es condescendiente por naturaleza y no al revés (en este caso).
La limpieza
De preferencia busca un perro que sea de mantenimiento sencillo o estandarizado, que no te quite mucho tiempo en su cuidado y que tampoco sea motivo de estrés para tu hijo, incluso pueda llegar a ayudarte con su cepillado diario por ejemplo.
El tamaño
Ahí sí dependerá totalmente de tu pequeño y su condición, por ejemplo un perro de tamaño pequeño puede ser ideal si el niño es temeroso, sentir que debe cuidar a alguien más pequeño y la libertad de cargar o jugar con el perro sin un gran tamaño imponente, por el contrario si lo que disfruta es de los abrazos “de oso” y un perro en el que se pueda recostar e incluso apoyarse para caminar entonces sin duda uno grande será mejor opción.
Ve preparando a tu pequeño para la llegada del nuevo miembro (solo tú sabes cómo hacerlo) hay niños con TEA que necesitan procesar muy bien las cosas antes de llevarlas a cabo y hay otros para quienes la espontaneidad es mejor. Nunca los dejes sin supervisión y recuerda que esto debe ser una experiencia grata y de crecimiento, quédate muy atenta a las señales para poder identificar cómo ayudar a tu hijo a procesar esta nueva etapa.
Sigue leyendo; Cómo identificar a un niño con autismo
La entrada se publicó primero en iOrigen.