El autismo es un trastorno neurológico que afecta al reconocimiento y a la comunicación social, y que presenta patrones repetitivos de ciertas actividades, tendencia a la rutina y dificultades en la imaginación social.En la actualidad, no existen pruebas médicas especificas que lo diagnostiquen y el medico establece su diagnostico observando y valorando el comportamiento del niño.
Cuanto antes se observe este trastorno en el menor, antes se podrá afrontar con la ayuda de un especialista. Este es el objetivo de unos científicos norteamericanos, que han conseguido mejorar en sus investigaciones, y han detectado relación entre el autismo y la mirada de un bebé.
Mediante el seguimiento ocular, los científicos observaron que los bebés disminuían su atención a los ojos de otras personas y su reacción a las señales sociales. Esto no significa que cuando un niño no mire a los ojos a cada momento sea un niño con autismo, ya que cada bebé crece de forma distinta, pero sí debemos estar atentos a su comportamiento y a sus respuestas al medio social.
Tenemos que tener presente que las personas con autismo no están enfermas ni padecen ninguna discapacidad, sino que tienen ciertas dificultades para la comunicación. ¿Conocéis a algún caso de autismo?
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