Estar conectados con nuestros hijos y tener una buena relación como emocional con ellos puede parecer en un principio fácil pero no es así. Por eso no obstante, muchos de los problemas y conflictos que solemos tener con nuestros hijos pequeños y adolescentes son principalmente por la falta de conexión con ellos.
¿Qué podemos hacer para tener más relación y mejor con nuestros hijos?
Primero que todo intentar y aprender a tener una relación con nuestros hijos, verdaderos sentimientos y necesidades para luego poder conectar con ellos y demás personas. Si no podemos ni sabemos conectar con nuestros hijos más profundo e íntimo, nos va a resultar más difícil, eso pero no imposible conectar con ellos.
Una vez que ya hemos identificado nuestros sentimientos y satisfacer las necesidades de nuestros hijos y validar sus sentimientos nos será más fácil y familiar. No podemos tampoco olvidarnos de nosotros, también necesitamos sentirnos bien para poder conectar con nuestros hijos y demás personas. Para poder sentir y percibir lo que pasa al otro primero tenemos que poder estar en contacto con nosotros mismos. Cuando una persona aprende a conectar consigo mismo, luego con el otro es más fácil.
Saber conectar es poder entrar en el interior del otro sin invadir, sin juicio, sin intenciones negativas, simplemente compartiendo el momento presente por el mero hecho de compartir. Sea un juego, un paseo, una siesta, una comida, una conversación, una mirada, una caricia, un beso…. Todo estos son momentos para compartir con nuestros hijos.
¿Cómo nos damos cuenta de la relación?
La mayoría de las veces nos damos cuenta de esta desconexión por cómo se comportan nuestros hijos con nosotros o los demás. Cuando no nos guste algún comportamiento de nuestros hijos lo primero que podemos hacer es mirarnos a nosotros mismos por dentro y luego empezar a dar. Una de las consecuencias de dicha perdida de conexión es la falta de comunicación y de cooperación por parte de nuestros hijos a la hora de empatizar con nuestras necesidades y las de los demás. Habitualmente un niño que esta desconectado de sus padres siente cierto mal estar y ese mal estar hace que tenga maneras emocionales no deseadas. Hay comprobaciones que a mayor conexión parental, mayor y mejor comunicación y mayor cooperación con los demás.
Es muy importante diferenciar los que cada niño o su forma de ser.
No somos lo que hacemos, el modo en que nos compartamos, es debido a muchos factores de la vida, principalmente, lo que más influye en el compartimiento de una persona es cómo se siente emocionalmente. Cuando nos sentimos bien actuamos bien y cuando nos sentimos mal actuamos mal. Cuando algunas de nuestras necesidades no está siendo satisfecha o cuando no nos sentimos aceptados, amados, valorados, escuchados, tenidos en cuenta… Entonces solemos tener una reacciones emocional negativa como respuesta a nuestro estado de ánimo.
Nuestro estado de ánimo es alterable y cambiante por tanto nuestra actitud también, nuestra esencia es única. La mejor forma para que un niño deje de comportarse de un modo molesto, por eso a los niños ha que hacer que se sienta bien. No es el comportamiento lo que tenemos que querer cambiar sino el modo de como sienta el niño hay que intentar ver qué necesidad no esta siendo satisfecha y hacer que se sienta mejor.
Los niños se sienten bien en la medida que haya algún adulto (mamá o papá) que los mire y esté presente de ellos en los sentimientos infantiles.