¿Tus hijos disfrutan de momentos de juego autónomo al aire libre? ¿Cuánto tiempo al día? ¿A la semana? ¿Al mes?
Intuyo que no te sorprenderás si te digo hoy en día que la mayoría de niños y niñas de occidente pasan la mayor parte de su tiempo en espacios cerrados, sentados, mirando una pantalla.
Poco espacio, pocas posibilidades de movimiento, exceso de productos, de estímulos y de tecnología, una realidad virtual que jamás sustituirá a la experiencia real, si no que más bien les aleja más de la vida (transformándolos en espectadores y consumidores pasivos)… ¿qué puede salir de aquí?
Problemas motores, de lenguaje, obesidad, asma, estrés, TDAH, trastornos emocionales… Son solo algunas de las dolencias que todos escuchamos cada día y que no paran de aumentar.
Esto es una realidad. Es un problema al que nos enfrentamos en nuestra sociedad y en el que los niños y niñas no son más que víctimas, víctimas de un entorno que creamos los adultos. Del que todos somos responsables y cómplices.
Entonces, ¿queremos esto? ¿Qué podemos hacer?
Los niños y las niñas necesitan la naturaleza
El niño/a de forma natural se siente atraído por la naturaleza y estando en contacto con ella puede desarrollarse de manera más saludable a todos los niveles (físico, emocional, mental, social, espiritual).
La naturaleza es una fuente inagotable de estímulos que respetan y favorecen el desarrollo saludable de los niños. Fuente de inspiración, de sabiduría, de conexión con la vida y con nosotros mismos. Pasar tiempo en la naturaleza nos rodea de belleza, de ritmo y de conexión consciente con el aquí y el ahora. Y especialmente para los niños, favorece y refuerza sus procesos de aprendizaje.
Al jugar con la naturaleza, los niños conocen otras formas de vida, el mundo de las plantas y de los animales, y los elementos de la tierra, el aire, el fuego y el agua. Por eso, deberían estar en contacto con la naturaleza el mayor tiempo posible.
Como dice Heike Freire “estar en contacto con la naturaleza debería ser un derecho fundamental de la infancia en nuestras sociedades”.
Sanando la falta de naturaleza en la infancia
Lo más preocupante de todo esto es que la mayoría de los adultos apenas nos damos cuenta de esta carencia y de sus consecuencias. Vivimos desconectados. Es hora de que seamos conscientes de lo que estamos provocando en nuestros niños y niñas y hagamos algo al respecto.
¿Qué podemos hacer?
Un cambio de enfoque que nos llevará a hacer otros dos cambios básicos y principales:
(1) Conecta con la naturaleza
Para empezar exploremos la naturaleza con nuestros hijos. Salgamos (como mínimo) al parque, a dar un buen paseo por el campo, al bosque, al mar. Ayudemos a que se relacionen con las plantas, con los árboles, con la tierra… Pero de verdad, introducir necesariamente un espacio de juego libre y natural en el exterior, cada día.
(2) Alienta el juego verdadero
Es decir, cuanta menos pantalla y juguetes tecnológicos (muy especialmente durante el primer septenio) más que mejor. Juego libre, juguetes abiertos, no estructurados y movimiento, ¡mucho movimiento!
Aventúrate en la naturaleza, nueva caja de libros mágicos
Personalmente uno de los temas que más me preocupan de los niños y niñas de hoy es esta falta de naturaleza y el exceso de pantalla. Veo cada día en mi trabajo, lo he visto durante años en mi consulta de psicología clínica, las terribles consecuencias del déficit de naturaleza.
Este es uno de los motivos por los que mi hija asiste a un colegio en el que cada día van una hora al bosque, en el que cada viernes (sí, cada viernes de todas las semanas, incluso cuando llueve) hacen una excursión en plena naturaleza, por el que hemos hecho lo imposible para trasladarnos a vivir a un entorno rural (un pueblito de 300 habitantes en la montaña), y porque los fines de semana los pasamos junto al mar… Y no, no vemos la televisión ni tenemos juegos de pantalla.
Sé que hacer algo así para muchos sería demasiado drástico, pero pensando en cómo poder ofrecer a las familias un recurso, una ayuda, una propuesta de entender la importancia de conectar con la naturaleza, le propuse a Clara del magnífico blog Tierra en las manos que preparásemos una caja con este fin, y así es cómo ha nacido por fin la caja de libros mágicos: Aventúrate en la naturaleza.
Una caja pensada para toda la familia, con información, propuestas de juego y dos cuentos maravillosos que nos ayudan a conectar, a amar y a disfrutar de los grandes beneficios que nos brinda la naturaleza. Una manera de empezar a darle la importancia y el papel que tiene en el desarrollo infantil.
¿Qué incluye la caja?
Cuento: El árbol de la escuela
Cuento: La canción del bosque
Libro-juego con muchas propuestas de juego al aire libre: El libro del mal tiempo
El libro imprescindible para padres, madres y educadores de Heike Freire: Educar en verde
Mochila especial niños/as para guardar tesoros que han diseñado con mucho cariño Clara de Tierra en las manos y mi amiga y gran diseñadora Raquel Alba.
Una caja que se puede disfrutar desde los 3-4 años. Y que tenemos en unidades limitadas. Puedes adquirirla aquí.
Ahora voy a contarte un poco más sobre los libros que incluye la caja, a ver si te enamoran tanto como a mí:
(1) El árbol de la escuela
Un álbum de los más queridos de la editorial Kalandraka. Una historia sobre un árbol solitario y cómo crece gracias al amor de los niños. Al final… tener naturaleza en el patio de la escuela resulta ser algo muy enriquecedor para todos. Un libro que admite muchas lecturas, sobre la importancia del cuidado de los árboles, sobre el trabajo en equipo, sobre el juego que da la naturaleza en el patio… ¡Maravilloso!
(2) La canción del bosque
Imprescindible para aprender a amar la naturaleza y educar en los valores de la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
Un álbum de reciente publicación precioso en el que se refleja el cambio de las estaciones a través de una historia muy bonita, una historia de árboles, pájaros y una tribu de humanos, unidos por un mismo destino. A través de la mirada de una niña, descubriremos por qué es tan importante respetar los ciclos naturales, evitar el derroche de recursos y vivir de forma armoniosa y sostenible. Y lo más emocionante: nos dejaremos llevar por la música, que llenará el bosque de vida y alegría para siempre.
(3) El libro del mal tiempo
Este libro forma parte de una pequeña colección de libros sobre la naturaleza que nos apasionan. Este, muy adecuado para la el otoño y el invierno, está lleno de actividades para edades variadas, en la naturaleza, con fotografías que lo ilustran perfectamente… Muy, muy recomendable.
“Imagina que saltas en el charco más grande, o que corres descalzo con el barro entre los dedos. Cuando llueve, hace viento o frío, no tienes por qué quedarte en casa; es una gran oportunidad para divertirte al aire libre. Ir a buscar animales para ver cuáles salen cuando llueve. Sentir la fuerza del viento y atrapar las hojas caídas. Llevar tu cámara a un mundo blanco para ver cuántos dibujos y formas de hielo puedes encontrar. Hay muchas cosas emocionantes y creativas que puedes hacer en la naturaleza cuando hace mal tiempo así que no te esperes a que salga el sol, icóqete este libro y sal a buscar las aventuras del mal tiempo! Leyéndolo te dan ganas de salir corriendo al campo más cercano para disfrutarlo con los pequeños de la casa.
(4) Educar en verde de Heike Freire
Dice la autora: “Siempre he sentido la necesidad de vincularme con la naturaleza. Y cuando tuve hijos la llamada de la tierra se hizo aún más fuerte. He podido observar y acompañar a muchos niños y niñas en los últimos 15 años y puedo afirmar que cuanto más “salvaje” es su infancia más sanos, creativos, motivados, felices, responsables y seguros de sí mismos/as crecen.”
Este libro es un imprescindible para toda madre, padre, educador… para entender la importancia de la naturaleza en la infancia y cómo podemos acompañar esa necesidad y favorecer ese vínculo tan importante.
En un lenguaje claro y ameno, y con evidencias científicas de la mano, Heike nos explica en su libro cómo cura la naturaleza, cómo podemos recuperar el contacto, cómo descubrir y explorar el entorno natural, hasta cómo apoyar el desarrollo espiritual de los niños mediante las enseñanzas de la madre Tierra.
Te dejo de nuevo el enlace a la cajita en nuestro Atelier donde puedes encontrarla en exclusiva.
Para terminar me gustaría mucho agradecer a Clara su trabajo y dedicación para que esta caja pueda ser una realidad, ha buscado con mucho mimo la mejor selección de libros para acompañar esta propuesta que personalmente me entusiasmo, y deseamos que pueda llegar a muchas familias.
Antes que “salvar” el planeta, vamos a “amar” el planeta… – Es hora de sacar los niños fuera. – Heike Freire
Aguamarina