Establecimiento de límites
Para que la convivencia familiar sea posible, es importante trazar una serie de normas que deban ser respetadas por todos los miembros de la familia. El hijo debe estar informado sobre las consecuencias que supone quebrar dichas reglas, pero debe trabajarse en el desarrollo conjunto de estos límites para que no sean una mera imposición.Educación de los hijos
Es importante dedicar tiempo y energía a la educación de los hijos. Esto ayuda a encauzar la energía y a entender más lo que sucede en el entorno y así el propio adolescente entenderá cuáles son los aspectos sobre los que se debe trabajar.Firmeza en las decisiones y honestidad
Para un adolescente no hay nada más importante que la firmeza y la honestidad. Para que haya respeto hacia el adulto, se debe predicar con el ejemplo. Si se respetan las normas y se mantiene un estilo de vida honesto con lo que se le enseña al adolescente, habrá menos instancias de rebeldía. Esto se debe a que el reflejo de nuestro estilo de vida es el que el adolescente está cuestionando, y si somos firmes y honestos con los límites que establecemos, lo verá como un acierto.Eliminar las presiones innecesarias
Los hijos son individuos diferentes a sus padres, así que no hay que cargarlos con presiones innecesarias. Ellos deben tener sus propias metas y no sentirse obligados a cumplir con nuestras expectativas. El rol de los padres es el de acompañarlos en los procesos de elección, pero nunca determinar sus elecciones. Además, es tremendamente negativo cargarlos con nuestras propias metas incumplidas. NO SON UNA EXTENSIÓN DE NUESTRA PERSONA.Aceptar que no son perfectos
Las personas se equivocan, y nuestros hijos son personas. Cuando se equivoquen, deben hacerse cargo de las consecuencias, aún cuando eso duela y sintamos el deseo de protegerlos. La mejor protección es ayudarlos a darse cuenta de que las consecuencias de nuestros actos son nuestra propia responsabilidad.Sinceridad ante todo
La sinceridad es la herramienta clave para que la relación con los adolescentes sea sana. Muchas veces las relaciones familiares adquieren un nivel de jerarquización tal que algunos prefieren ocultar cosas o decirlas de forma incompleta. Lo cierto es que el adolescente que recibe sinceridad responde de forma mucho más óptima al adulto y sus recomendaciones.Estos son solamente algunos consejos que pueden ayudar al desarrollo de una relación más saludable con los adolescentes. Aún así, es una etapa compleja y con grandes cambios, así que los padres deben estar preparados para discusiones y choques. El adolescente está cambiando y necesita definirse, la presencia de adultos que funcionen como modelos positivos es fundamental, así que no hay que pelearse y bajar al nivel del adolescente en la discusión, sino presentarle opciones y razonamientos que expliquen nuestro propio accionar.