Un espacio para la comodidad
La habitación de un bebé ha de contar con todos los muebles necesarios para su atención, pero debemos encontrar un equilibrio entre lo que es práctico, el diseño y la comodidad. Esto último es realmente importante, ya que el dormitorio debe ser lo más confortable posible tanto física como psicológicamente.
Cando aludimos a comodidad física nos estamos refiriendo a que necesitamos que el espacio nos permita almacenar todas las cosas del bebé y encontrarlas rápidamente. De igual forma, también va a contener una gran cantidad de elementos de la mamá, que pasará un buen rato cada día en este lugar de la casa. En este sentido, una buena idea puede ser incorporar una silla balancín para que te sientes a leer o puedas dormir al bebé mientras estás tranquilamente sentada en ella.
También hemos hecho mención al elemento psicológico y de nuevo tenemos que pensar en este tándem bebé y mamá. Lo primero que tenemos que cuidar son los colores de la habitación, primando sobre todo los tonos cálidos que nos aliviarán el estrés y nos invitarán a la tranquilidad.
Acertar con este tema es esencial para que tu hijo pueda conciliar el sueño fácilmente y en este sentido, elegir los colores inadecuados, muy llamativos, brillantes o estridentes, van a provocar el efecto justamente contrario. Para que te hagas una idea, cada vez que entres en el cuarto de tu bebé la sensación que debe inundarte es la de paz.
Sigue leyendo un nuevo post de decoración en Hogar 10: Los mejores colores para decorar un dormitorio