El conoce la verdadera identidad de los reyes magos, yo misma se la explique cuando las pasadas navidades me preguntó directamente si los reyes magos existían o no (tenía 6 años). Y no era la primera vez que me lo preguntaba, el año anterior, con 5 años y rondando las navidades cerca, ya me hizo la pregunta. En aquel momento no supe qué responder, no me esperaba que con 5 años ya me preguntase sobre esto y no recuerdo que le dije pero sé que la conversación cambio de rumbo en seguida y sentí incluso alivio de no tener que llegar hasta el final de la cuestión.
La siguiente vez, más o menos un año después, no fue lo mismo. Yo estaba algo más preparada así que lo primero que hice fue preguntarle “¿Tu que piensas sobre eso?” y su respuesta fue “Pues que sois los padres los que ponéis los juguetes”. No le mentí así que confirmé su sospecha del modo más dulce que supe. Quedó muy contento y feliz con mi explicación, pareció valorar las hazañas de los padres para preparar los regalos a los niños. Pero claro, luego llegó el momento de encontrarse con otros niños, de hablar sobre los reyes magos y se encontró de todo: Niños mayores que querían convencerle de que los reyes magos sí existen (con toda la buena intención, pobres, de pensar que como mi hijo aún era pequeño pues que no tenía que enterarse del secreto), otros niños que si creían en la existencia de los reyes magos, otros que no…..
Así que su inquietud ha vuelto a brotar en el momento más inesperado:
Mamá, ¿por que nos mentís a los niños?
¿En qué os mentimos cariño?
¡En lo de los reyes magos!
¿A qué te refieres exactamente? ¿Recuerdas cuando estuvimos hablando sobre eso?
Si, pero los demás… ¿por qué nos contáis una mentira?
Oh, ya entiendo… Verás cariño, es una tradición que…
¿Qué es una tradición?
Una tradición es algo que se hace cada año y que todo el mundo cree que es algo bonito y por eso lo hacen. Las personas creen que es bonito explicarles a los niños la historia de los reyes magos. Yo nunca te he explicado nada sobre los reyes magos pero en la tele, en el colegio, y cuando llega la navidad se habla de los reyes y todos los niños creen que existen….
Mmmmmm….(y se fue).
Y aquí terminó la conversación aunque seguro que cuando se acerque la navidad necesitará resolver más dudas…
Con todo esto, yo reflexiono y pienso en si esta tradición es necesaria, si no podría enfocarse desde otro punto de vista, libre de mentiras pero conservando la ilusión, el ambiente de paz, incluso los regalos…..
¿Qué está aprendiendo mi hijo al saber que los mayores mentimos a los niños con la historia de los reyes magos? ¿Qué aprenden los niños con esto?
Seguramente algo que aprende es que mentir no está tan mal, al fin y al cabo es de las primeras cosas que se hacen con un niño pequeño, porque se supone que es bueno para él….. No quiero demoneizar esta tradición de contarles a los niños una fantasía, para nada quiero ser extremista, pero lo que es cierto es que contarles esta historia a los niños no deja de ser una mentira y las mentiras van en contra de un valor que yo considero muy importante, la honestidad.
¿Por qué no vivir la misma tradición de navidad sin tener que explicarles a los niños que 3 señores (o un señor) va a llegar a su balcón a ponerle regalos?
¿Qué pasaría sí desde el principio los niños supieran que esa noche, mientras duermen, serán los padres quienes pongan los regalos que con tanto esfuerzo y cariño han comprado o hecho con sus propias manos?
Todo podría quedar igual, se podría incluso utilizar el nombre de “reyes magos”, pero los niños sabrían que se están refiriendo a sus padres. Y así se evitaría el disgusto de algunos niños al enterarse de “la verdad”, se evitaría el miedo de algunos niños a que 3 personas que no conocen entren en su casa mientras están durmiendo, así los niños no creerían que a su amiguito los reyes le han traído muchos más juguetes que a él porque es más bueno, por lo tanto eso significa que él es malo (que además la amenaza generalizada de “si no te portas bien los reyes magos no te traerán regalos” no ayuda para nada en este asunto). En fin, ser honestos con los niños desde el primer momento.
Pero por el momento esto no es así y debería de ocurrir un cambio muy grande a todos los niveles para que se dejara de contar esta mentira a los niños, porque aún si los padres no les contamos nada a los niños, al final a través de los abuelos, de la tele, o de dónde sea, van a escuchar la historia y se la van a creer porque es realmente atractiva. Lo que si podemos hacer es intentar convivir con esta tradición y responder a los niños sus dudas con completa honestidad cuando se les presenten.
Esta es una reflexión personal y el camino que he optado dejándome guiar por las preguntas (que esconden la necesidad de saber) de mis hijos (sobre todo el mayor en este caso). Nunca les conté que los reyes magos existían, la sociedad entera se encargó de meterles la idea en la cabeza. Tampoco intenté convencerles de lo contrario y luchar contra el mundo para que no se creyeran lo que habían escuchado….Simplemente esperé a que ellos necesitaran respuesta para yo ofrecérselas con la mayor sinceridad de la que dispongo y el todo el amor que tengo.
Bien o mal….¿quién sabe? Este está siendo nuestro modo único y personal de afrontar el tema de los reyes magos intentando adecuarlo al valor de la sinceridad: A los 6 años mi hijo mayor quería saber y yo le respondí; y mi pequeño de 5 años recién cumplidos escuchó atentamente, sin preguntar, interpretando en su interior todo lo que estaba observando….Ellos lo saben, aún tienen dudas y hablamos del tema cuando lo necesitan y utilizamos la sinceridad como brújula en este camino de descubrimiento, uno que recordarán el resto de su vida y espero lo recuerden con cariño.
Espero que este artículo te resulte inspirador para encontrar tu propio modo de tratar el tema de los reyes magos cuando os llegue el momento. Es un tema atípico para las fechas que estamos, pero cuando los niños tienen dudas las tienen y no miran el calendario, y yo no tenía ganas de esperar a navidad para contarte esta anécdota.
Así que, ¡feliz verano y felices vacaciones!
Si te ha gustado este artículo, ¡puedes compartirlo! Te lo agradezco.
Un abrazo,
Nuria.
.