Prefirió gastar en ti
Algo tan simple como pedirle cuadernos o zapatos nuevos a tu mamá, le costaba días o hasta semanas de trabajo, aunque claro, jamás te lo dijo para no preocuparte. Con ese dinero bien podía comprarse un par de zapatos nuevos, pero ella prefería cumplir contigo.
Se convirtió en maestra
¿Aún te preguntas cómo se convirtió en una experta en matemáticas? Seguramente, tuvo que repasar tus apuntes hasta recordar cómo sacar la raíz cuadrada o cómo resolver los quebrados… y todo para enseñarte.
Lloró por ti y lo sigue haciendo
Desde que naciste le has costado lágrimas. Cuando saliste de su vientre, cuando no la dejaste dormir ni en las madrugadas, cuando te fue mal en el bimestre, cuando te rompieron por primera vez el corazón y muchísimas veces más, tu mamá ha tenido que aparentar fortaleza, pero en el fondo lo que a ti te afecta, a ella también.
Soportó tus desplantes en la adolescencia
¡Qué horror! Cuando pasamos por la adolescencia todas nos ponemos de un humor pésimo. En un momento podemos ser las más felices y a los dos segundos estallar y aún cuando tu mamá estaba triste o enojada porque le habías alzado la voz cuando estabas alterada jamás te reclamó.
Se comió la porción quemada
Luego de llevarse la friega de cocinar para todos, tu mamá decidía comerse aquella porción que no se veía tan apetitosa. ¿Para qué? Para que tú y tus hermanos se comieran todo y no tuvieran ni un solo pretexto para desperdiciar la comida.
¿Cuáles de estas te parecen familiares? Agradece a tu mamá todo lo que ha hecho por ti y hazle saber cuanto la amas, ¡no importa el día que sea!