Muchas veces los adultos, sobre todo los padres, no valoramos la importancia que tiene para nuestros hijos la muestra de afecto, de amor infinito que sentimos hacia ellos, por momentos olvidamos que ellos aún no tienen la experiencia suficiente para enfrentarse a este mundo y que necesitan conocer todo lo que significan para nosotros, y así poder crecer con seguridad, con confianza en sí mismo. No pensamos que tienen mucho camino por recorrer y que ahora están bajo nuestros cuidados, pero un día se irán y tendrán sus propios hijos a los que les enseñaran lo que fuimos capaces de enseñarles nosotros a ellos. Por tanto si desde pequeños les inculcamos la importancia que tienen las caricias, las muestras de amor y de respeto, así crecerán y serán buenos padres el día de mañana.
La muestra más sincera de ternura, de dedicación que podemos tener con nuestros hijos, son los abrazos. Los abrazos parecen algo cotidiano y sin mucha importancia, pero no es así, los abrazos pueden ser efectivos como terapia para cualquier persona que necesite apoyo, que necesite seguridad, todos nos sentimos protegidos cuando somos abrazados por seres queridos. Si los adultos tenemos la necesidad de ser abrazados, qué será de los más pequeños, para ellos este acto, es mucho más, para ellos ser abrazados sobre todos por mamá y papá es la seguridad plena de que todo estará bien, de que pueden hacer todo en la vida porque cuentan con su apoyo.
El contacto físico que se produce cuando abrazamos a nuestros hijos es algo mágico. Como madre nunca te has puesto has pensar ¿por qué desde que nacen los bebés el médico se lo entrega a la madre para que lo acaricie, para que le de calor? Precisamente porque el calor de la madre es la principal fuente de energía para este pequeño que acaba de nacer y que aún es tan indefenso.
Hay muchas historias de niños que nacen prematuros, bajo peso y que muchos parecen no resistir, y cuando son abrazados por sus padres su vitalidad es increíble, niños que están inconscientes y cuando tienen contacto físico con sus padres salen de coma y empiezan a evolucionar de manera sorprendente.
Nada mejor para dar vida a nuestros hijos que nuestros abrazos cada día. Al levantarlos, al darles de cenar, al dejarlo en las escuelas, al llegar a casa, no hay horarios ni restricciones para darles un abrazo. De esta manera los estamos educando con cariño, les estamos inculcando que un abrazo es algo natural que nos alimenta el alma, así cuando sean adolescentes no sentirán vergüenza de que los abracemos frente a sus compañeros de escuela como muchas veces pasa, la mayoría de ellos no desea ser acariciados frente a otros de su edad por temor a ser criticados, ¿y por qué piensan así la mayoría de los adolescentes? Esto es debido a que no tienen conocimiento de que un abrazo no es motivo de vergüenza, no han sido educados sabiendo que ser abrazados los hace más importantes delante de los demás, ya que son afortunados de ser amados por sus seres queridos. Estas cosas debemos tenerlas en cuenta a la hora de guiar a nuestros pequeños.
Espero que mi aporte sobre los efectos de los abrazos en nuestros hijos te ayude a pensar si estás dándole los abrazos suficientes a los tuyos, deseo que te haya gustado y que por favor dejes tus comentarios.