Habíamos preparado a nuestra primera piccola muy a consciencia para la llegada de su hermanito. Hemos leído varios cuentos diferentes sobre el tema, hemos hablado siempre de Olivier de forma abierta, le hemos explicado que puede que con el hermanito se peleen o que sienta ciertos sentimientos que nunca ha sentido y que esta bien sentirse así… y como ya conté, parece que ella lo habido asimilando perfectamente ya que incluso cambió su amigo imaginario por su hermano y desde que estaba en la barriga, Olivier ya formaba parte del día a día y de los juegos de una piccola emocionadísima con ser hermana mayor.
Aun así, yo tenía mis dudas con su llegada y por ello quería que el primer encuentro fuera algo especial, único y que la protagonista fuera ELLA, nuestra piccola Chloe. Así que hablamos con familiares y amigos y les pedimos que no aparecieran por el hospital en el primer pase ya que ese momento iba a ser único y exclusivo para la piccola especial. Y así fue, el papi la fue a buscar después de comer al cole (normalmente sale a las 4:30) y de ahí con toda su emoción vino al hospital a conocer a su tete. Parece que estaba loca de la alegría, contó a todos sus amigos de clase que había nacido su hermano. Incluso prepararon el lazo azul (tradición en Italia que ya expliqué aquí) para celebrar su nacimiento.
Cuando llegaron al parking el papi me llamó para yo poder prepararme… dejé a Olivier en mi cama, yo me levanté y salí al pasillo a recibir a mi pequeña. Ella contenta me dio un beso y un abrazo pero se la veía distraída y es que estaba buscando a su hermano. Entonces le pregunté, “¿Quieres ver a Olivier?” Y ella me dijo que si tímidamente con la cabeza… la llevamos dentro la habitación y mientras seguía mirando a un lado y a otro, se acercó cautelosamente a la cama. Lo miraba, nos miraba a nosotros, sonreía y entre tímida y contenta nos pidió subir a la cama.
Al principio solo se atrevía a mirarlo y tocarle la manina… yo no acababa de entender si le gustaba conocer a su hermano o si la expectativa era mejor que la realidad. Y fue ahí que viéndola tranquila le pregunté “¿Le quieres coger en brazos?” Dijo que si con la cabeza y sonriendo… así que la colocamos cómoda con el cojín de lactancia para que le sirviera de apoyo y ahí fue cuando sus miradas se cruzaron por primera vez y parecía que se dijeran todas esas cosas que se querían haber dicho en esos 9 meses. Fue ahí que y el papi y una servidora, literalmente morimos de amor! Que momentazo ver a nuestros piccolos abrazados, conociéndose y desde ya queriéndose!
sus miradas se cruzaron por primera vez y parecía que se dijeran todas esas cosas que se querían haber dicho en esos 9 meses.
Muchas bimadres me lo habéis dicho, el amor no se divide, se multiplica… y así es! A pesar de todos los miedos, inseguridades, pensamientos… llega así sin más!
Podemos decir que tenemos una piccola enamorada de su hermano, le besa, lo acaricia y se lo come a achuchones. Incluso a veces demasiado fuerte y todo. Pero por el momento va bien así. Hemos de tener mil ojos y recordarle cada día lo delicado que es Olivier, que no es un muñeco y que le podemos hacer daño. Pero con lo loca de contenta que esta ella a mi ya me llena el corazón. Tenia mucho miedo de que sufriera y que se sintiera destronada… pero por el momento parece que lo lleva bastante bien, solo cuando esta cansada presenta algunas señale de celos. Normalmente porque tengo el bebe en brazos y querría estar ella… pero nunca ha demostrado celos hacía él. Es más piensa siempre en él, le quiere dar el beso antes de irse de casa y la primera cosa que hace al despertar es preguntar por Olivier. Incluso se va al colegio tan contenta sin ni siquiera intentar quedarse con nosotros. Ah, otra cosa que el papi tenia mucho miedo era cuando me viera darle el pecho a su hermano, en cambio nada, simplemente se queda ahí y nos mira, y alguna vez me ha pedido de ver como sale la leche. En resumen, ¡un encanto! ¡No podíamos pedir más!
Así que tenemos una piccola ya mayor (que le hemos forzado nosotros sin quererlo) contenta, comprensiva y feliz con su hermano recién llegado. Que un día sin más nos soltó:
“Estoy muy feliz de que Olivier haya nacido!”
Y fue entonces cuando de nuevo, me sorprendió y volví a morir de amor. Y así paso los días muriendo de amor día tras día con mis piccolos
¿Que tal fue vuestra experiencia en el momento que se conocieron vuestros piccolos? ¿Llegaron más tarde los celos o se han calmado con el tiempo? Cuéntame que así me voy preparando por si llegan!! jajaja
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