“No soporto a mi madre. Me saca de mis casillas. ¿Qué puedo hacer? Es que claro…es mi madre.”
“ Cada vez que hablo con mi madre me quedo peor de lo que estaba. No entiendo porqué me afecta tanto todavía lo que me pueda llegar a decir.”
Estos son algunos de los comentarios que me expresan algunas mamás con bastante ansiedad, preocupación, irritación o tristeza en ocasiones.
Y es que claro, sobre todo cuando somos madres, nos damos cuenta con mayor profundidad de aspectos que antes ni siquiera podíamos llegar a intuir.
Colocar todos esos pensamientos y sentimientos de manera que no duelan no siempre es tarea sencilla.
Lo importante es reconocerlo y después ahondar en una misma para soltar ese peso y que deje de dolernos.
Te lo cuento con más detalle en el vídeo de hoy.
Es un tema un poco complejo de exponer en un breve vídeo. Así que espero haberme explicado lo más claramente posible y que de verdad te aporte un poco de paz.
Y como siempre digo cada uno decide. Así que, si esto te hace bien, quédatelo. Si no, deséchalo.
No todo es para todas. Y eso está bien.
Con amor,