Simplemente debemos adaptar los menús a comidas más frescas y ligeras que cuando no hace calor, pero sin relajarnos demasiado, no todo vale y los menús pueden ser igual o más sanos que el resto del año.
Así que vamos a partir de una norma intangible para no ir a la deriva, y es que los días de asueto, fiestas y vacaciones no deben dar paso al descontrol en la alimentación. Lo primero a recordar es que el calor nos afecta mucho en el rendimiento, nos genera sudoración y por tanto más ganas de beber y además nuestro apetito suele reducirse considerablemente. Los niños están afectados por igual o más por esta regla, así que las comidas pueden ser más frecuentes pero más ligeras y frescas, resultando así más apetecibles.
Los cocidos y platos calientes de cuchara dejan paso a las ensaladas, que son ricas y frescas y se pueden completar con cualquier tipo de proteína, eso sí no debemos abusar de salsas ya que sino aumentamos el consumo de grasas y colesterol.
¿Cuántas comidas son recomendables?
En Verano siempre se tiende a cambiar los horarios, se pierde el ritmo de madrugar y se aumenta el de trasnochar, también se suele abusar más de las siestas, sobre todo por parte de los niñ@s.Aunque hace calor los niñ@s en esta época están sometidos a grandes esfuerzos y desgaste físico, ya se aumenta el número de actividades al aire libre, juegos, deporte, piscina, viajes, etc. La deshidratación puede ser unos de los principales inconvenientes a tener en cuenta con el calor, para combatirla lo mejor el agua, a una temperatura agradable tampoco excesivamente fría.
El resto del año los niños suelen hacer 5 comidas ya que junto a las tres principales de desayuno, comida y cena hay otras dos meriendas por la mañana y tarde. Esta rutina se puede cumplir también en Verano, así evitamos que tengan hambre entre horas y acaben picoteando alimentos poco sanos y comida basura, cargada en exceso de azúcares y grasas. Siempre sienta bien los yogures, la fruta de temporada, sándwiches, leche, queso o batidos de fruta, pero no abusar mucho de estos últimos ya que al final tienen mucha fructosa que se acaba convirtiendo en un exceso de azúcar.
Si vamos a pasar el día a la playa o de picnic, podemos preparar con tiempo una alimentación equilibrada con recetas ligeras y sencillas. Se puede optar por verduras, hortalizas, frutas, tortilla, tortitas caseras, huevos duros, bocadillos, etc. alimentación sana, fresca y cargada de vitaminas y elementos esenciales para su crecimiento y bienestar.
Comidas para los meses de calor
Ya hemos comentado un poco a grandes rasgos los alimentos que pueden ser la base en los meses de más calor que más des apetencia se crea y más fácil es caer en la comida azucarada y basura. Además ahora todo el año contamos con todo tipo de verduras, carnes, pescados y frutas del resto del mundo.La fruta
En esta temporada es el momento perfecto para introducir o aumentar la ingesta de fruta si no toman la suficiente vuestros peques. Son alimentos completos con mucha fibra, minerales, vitaminas esenciales y alto contenido en agua. Se pueden presentar de formas muy apetecibles y variadas, con yogur, en helados caseros, con leche o ricos y refrescantes batidos, se puede tomar bastante por sus bajos niveles de calorías pero tampoco abusar por su contenido en fructosa que se puede mezclar con la lactosa y convertirse en exceso de azúcar.
La verdura
Otro de los platos por excelencia del verano, y es que son muy apetecibles porque aportan ese frescor gracias a su alto contenido en agua. Son un primer plato perfecto ya que aportan gran cantidad de vitaminas son fáciles de preparar y como la fruta dan una gran cantidad de opciones de presentación para que resulten atractivas para los niños, eso sí, recordar lavarlos bien antes.
Zumos y batidos
Fáciles, sencillos y sobretodo refrescantes. Lo mejor es hacerlos nosotros mismos de forma casera y así evitar excesos de azúcar. Los zumos a base de exprimir la fruta y si queremos batidos podemos añadirle leche o queso fresco para espesarlos.
Helados
Muy fáciles de realizar y naturales si los hacemos de forma casera. Y es que partiendo de los zumos y batidos sólo basta con congelarlos unas tres o cuatro horas para que sean deliciosos, ricos y refrescantes helados que podemos tomar con galletas o poniendo un palo en el proceso previo de la congelación.
Cómo veis se puede comer sano en verano así estaremos todos más sanos y la vuelta a la rutina será menos dura cuando se acabe el periodo estival. También debemos recordar y respetar los horarios y horas de digestión, para evitar realizar esfuerzos en estas horas que pueden traer problemas digestivos más en días de calor intenso.
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