A veces no somos conscientes de los riegos que corremos durante la época del embarazo. Muchas veces ya no es que no pensemos en nosotras, ¡es que no pensamos en el bebé que llevamos dentro! Por eso hoy queremos daros algunos consejos muy útiles para los meses de gestación.
A raiz de un estudio elaborado por el laboratorio Cinfa, hemos conocido algunos datos que que nos han llamado la atención. Por ejemplo, cuatro de cada diez mujeres andaluzas (42%) no evitan durante la gestación los alimentos considerados de riesgo. Hablamos de embutidos, lácteos no pasteurizados, carnes y pescados poco hechos, etc. Más datos. Una de cada cinco andaluzas (22,7%) no adapta sus hábitos alimenticios durante el embarazo y el 6% los empeora. Además, únicamente una de cada tres (30,7%) cuida su hidratación, otro aspecto clave en la nutrición de la embarazada.
Y si hablamos de ejercicio… siete de cada diez encuestadas de la comunidad (69%) practican ejercicio moderado. Pero… una de cada tres no realiza actividad física alguna (31%).
Es conveniente saber que la práctica regular de ejercicio moderado y una correcta nutrición son necesarias para la salud de cualquier persona. Todavía más en el caso de las mujeres embarazadas. Solo una alimentación variada y equilibrada, libre de alimentos considerados de riesgo y sin consumo de tóxicos como el alcohol o el tabaco, procurará al bebé los nutrientes que necesita para su correcto desarrollo. Por su parte, la actividad física aumentará el bienestar de la madre, redundará en una adecuada evolución del embarazo y preparará su cuerpo para el parto, facilitando su recuperación posterior.
Lo que si parece que las mujeres embarazadas tenemos más en cuenta son los riesgos que entrañan el tabaco y el alcohol en esta etapa. Nueve de cada diez (93%) embarazadas andaluzas evitan el tabaco y casi la totalidad de ellas (99%), el alcohol. Aun así, algunas mujeres todavía mantienen estos hábitos tóxicos, que pueden afectar gravemente al desarrollo y la salud del bebé.
Algunos consejos a tener en cuenta
Debemos acudir a un médico para que realice el seguimiento de nuestro embarazo. Él es el que debe resolver nuestras dudas y no Mr. Googlee. Médicos, ginecólogos y matronas realizan pruebas y exámenes periódicos para controlar nuestra salud y la de nuestro bebé. Este seguimiento es especialmente importante si existe alguna enfermedad previa. También es conveniente consultar con el médico si te planteas quedarte embarazada y aún no lo estás. Te ayudará a planificar un embarazo saludable.
Nada de automedicarse. Muchos medicamentos y tratamientos a base de plantas están contraindicados durante el embarazo y la lactancia. Sin embargo, esto no implica que debas enfrentarte sin ayudas a las distintas molestias propias del embarazo. Existen múltiples soluciones que pueden aliviar los síntomas más pesados como geles y medias de compresión frente a las piernas cansadas, complementos alimenticios contra los problemas digestivos o, incluso, fármacos a los que puede recurrirse ante patologías o inconvenientes más graves. Pero siempre bajo prescripción médica o con el consejo de tu farmacéutico.
Tener un hijo es cosa de dos. Aunque un embarazo implica muchos cambios en el día a día de una pareja, constituye una oportunidad maravillosa para que su vínculo se estreche. Para ello, es crucial una buena comunicación, complicidad y confianza entre ambos.
Expresa tus emociones. La llegada de un bebé es un momento de ilusión y, al mismo tiempo, de preocupaciones. Mitiga tus temores aprendiendo técnicas de relajación y respiración, compartiendo tus inquietudes con tu pareja y familiares y preparando con tiempo suficiente todo lo que necesitará tu bebé. También las clases preparto te ayudarán a sentirte más segura y confiada para el momento de dar a luz y en tu nueva vida como madre. Intenta disfrutar de esta etapa y compartir tu felicidad: la alegría compartida es doble alegría.
Atención especial a la alimentación
Come con más frecuencia, pero no más cantidad. No es cierto que debas comer por dos. Lo que sí has de hacer es comer más veces y en raciones más pequeñas, para evitar bajadas de azúcar y digestiones pesadas. Hazlo con calma y masticando bien los alimentos.
Sigue una dieta variada y equilibrada y cuidado con los alimentos “prohibidos”. Con el fin de que tu bebé y tú recibáis todos los nutrientes que necesitáis, y como aconsejan nuestra dieta mediterránea y la pirámide alimentaria, toma en abundancia frutas y verduras -peladas y bien lavadas-, legumbres, cereales de grano entero y frutos secos. También es importante la ingesta moderada de lácteos, pescado, huevos y carne -preparados y conservados adecuadamente-, así como de aceite de oliva. Sin embargo, debes evitar los alimentos desaconsejados durante el embarazo -como embutidos, lácteos no pasteurizados, etc.-, y siempre prepararlos adecuadamente para evitar infecciones e intoxicaciones alimentarias.
Hidrátate bien. Bebe suficiente líquido, alrededor de dos litros diarios, y preferiblemente agua, zumos naturales o caldos. Por el contrario, reduce el consumo de té y café, así como el de bebidas energizantes o con gas, que también pueden dificultar la digestión.
No bebas alcohol ni fumes. Ambos son altamente perjudiciales para tu salud y la de tu bebé, pues elevan el riesgo de complicaciones como partos prematuros, malformaciones o retrasos emocionales y cognitivos. Recuerda que el alcohol pasa directamente a tu hijo a través de la placenta y que ninguna cantidad de este o de tabaco es segura durante el embarazo, por baja que sea.
La importancia del ejercicio
Realiza ejercicio físico moderado, cuida tu postura y descansa. Siempre que sea suave y no suponga un esfuerzo excesivo, practica algún deporte o actividad física. Por ejemplo pasear media hora o nadar. Vigila también tus posturas a lo largo del día, con el fin de que tu espalda sufra lo menos posible. Por último, es más importante que nunca seguir una correcta rutina de sueño. Es probable que te sientas más cansada, sobre todo al principio y al final de la gestación. Si es necesario, échate una siesta y realiza descansos durante el día, y elige un colchón y almohada que te permitan descansar correctamente.
Disfruta de tu ocio. Durante el embarazo, debes seguir tu vida con la mayor normalidad posible y ello significa, siempre que no exista contraindicación médica, continuar disfrutando de las actividades que más te gustan. Solo has de tomar las precauciones lógicas: una adecuada fotoprotección al aire libre, cuidados ante los mosquitos y en los viajes largos, etc. También puedes seguir con tu actividad laboral, siempre que no implique riesgos y te encuentres bien.