Pese a que la pregunta es muy fácil a simple vista, la respuesta no es tan sencilla. Cada cierto tiempo el azar hace surgir complicaciones en los embarazos, que provocan anomalías crónicas en bebés que aún no han nacido. La mayoría de veces la gestación no suele pasar del tercer trimestre ya que se interrumpe de manera natural, pero existen excepciones.
La anencefalia es un defecto en la formación del cerebro, el cráneo y el cuero cabelludo de los bebés, pero que no afecta al resto de órganos. La mayoría de los embarazos que sufren esta patología no llega término, cerca del 95%. Sin embargo existen ciertas historias, como la de Keri y Royce que se tornan esperanzadoras.
A las 20 semanas de embarazo les comunicaron que su hija Eva nacería con esta malformación. En la mayoría de los casos, después de la devastadora noticia, los padres deciden abortar. Pero esta pareja estadounidense ha decidido convertir la mala noticia en algo realmente altruista. Llevarán el embarazo a término para pasar solo unas horas con su pequeña y así poder donar sus órganos y salvar hasta 50 vidas.
Es una situación muy inusual, pero no es el único caso. Los británicos Jess Evans y Mike Houlston también decidieron continuar con la gestación, al igual que Keri y Royce, pero en este caso la pareja esperaba dos bebés: uno sano y otro con anencefalia. Aún así decidieron llevar el embarazo hasta el final sabiendo que Teddy no sobreviviría más que unas horas.
Llevar a término el embarazo de un bebé con una malformación terminal como la anencefalia es una decisión difícil de tomar, y sobre todo de soportar, ya que, al fin y al cabo, la gestación del bebé es la misma que en un embarazo normal.
El ácido fólico es una vitamina esencial en el desarrollo del bebé durante el embarazo, pero en especial durante el primer trimestre. Una carencia de esta vitamina aumenta las posibilidades de que el feto sufra malformaciones como la anencefalia y la espina bífida.
Es importante acudir al médico para hacernos un chequeo y comprobar los niveles de ácido fólico, aunque eso no reduce el riesgo de padecer estas anomalías al 100%.
Estos casos se dan en 1 de cada 1000 nacimientos pero, ¿continuarías con tu embarazo para salvar vidas?