Seguramente, conozcáis el caso de alguna persona que tenga problemas para pronunciar una letra, por ejemplo la "R". A pesar de que, en principio, nos pueda parecer incluso gracioso, lo cierto es que es un problema de pronunciación derivado de la etapa infantil, durante el proceso de aprendizaje de las palabras. La dislalia en los niños, concretamente, es un trastorno en la articulación de dos fonemas. Hace unos años, apenas se prestaba atención, sin embargo, es muy fácil detectarlo y solucionarlo.
Durante el desarrollo del lenguaje infantil, el niño tiende a repetir por imitación todas las palabras que escucha, pero lo hace de forma incorrecta, desde el punto de vista fónico. Esto es completamente normal y va atravesando varias fases hasta que por fin el niño es capaz de articular perfectamente las palabras, sin embargo se va formando esa dislalia en los niños. ¿Cuándo estamos frente a un caso de dislalia? ¿Cómo podemos detectarlo? ¿Cuál es la solución? En este reportaje, te lo contamos.
Cómo detectar la dislalia
Indudablemente, todos los niños van a pronunciar mal las palabras durante un largo periodo de tiempo. Al principio, ni nosotros mismos les entendemos. Sin embargo, el aprendizaje por repetición hace que poco a poco vayan imitando mejor las expresiones y palabras, hasta llegar a completar correctamente su desarrollo en el lenguaje.
Sin embargo, si el error en la pronunciación persiste pasados los cuatro años, se considera que a esta edad ya llegado ya a la etapa de madurez en el lenguaje, por lo que sería conveniente consultar con un especialista en audición y lenguaje, en concreto con el logopeda. Puede ocurrir por otros motivos, a lo mejor nuestro hijo tiene un ritmo de desarollo diferente al resto, pero es la edad en que debemos estar alerta de que un trastorno así puede ocurrir.
Por otro lado, durante el desarrollo del lenguaje, es importante no reirnos en exceso de las malas pronunciaciones de nuestros hijos, ya que podrían pronunciar mal la palabra únicamente por llamar la atención de los padres.
Tipos de dislalia infantil
Existen tres tipos de dislalia en los niños:
- Dislalia funcional: la más frecuente. Se caracteriza por un mal funcionamiento de los órganos articulatorios. Como por ejemplo, cuando vibramos la lengua para pronunciar el sonido RR, o cuando reemplazamos la S por la Z o la R por la D.
- Dislalia orgánica: hace que el niño tenga problemas para articular fonemos por causas orgánicas. Se produce cuando la alteración se encuentra en zonas neuronales o por cualquier malformación en el aparato fonador.
- Dislalia audiógena: cuando la dislalia se produce por problemas auditivos. El niño es incapaz de pronunciar bien las palabras porque no las oye bien.
Tratamiento para la dislalia
Es necesario acudir al logopeda en caso de que nuestro hijo sufra dislalia. El tratamiento, en este caso, se realizará a través de juegos y mucha intervención familiar. Por un lado, se estimulará la capacidad del niño para producir sonidos, mediante distintas posturas, tanto con vocales como consonantes. También, se estimulará la coordinación necesaria para producir esos sonidos, haciendo ejercicios labiales y linguales.
Poco a poco, el niño experimentará estas actividades a través de juegos, lo que le hará avanzar notablemente en su pronunciación sin apenas darse cuenta. El tratamiento de la dislalia, así como la tartamudez y demás trastornos en el habla es muy importante, ya que en el futuro puede traer grandes problemas al hablar en público, por ejemplo. Además, durante la etapa infantil los niños son verdaderas esponjas, que pueden asimilar perfectamente los cambios en el lenguaje recién adquirido. La dislalia no es un problema grave y tiene solución, pero requiere que los padres presten toda la colaboración posible.
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