En palabras de José Antonio Corraliza: “En el caso de los niños, las investigaciones han demostrado que la desconexión del mundo natural afecta a su salud física y, a su vez, da lugar a una menor preocupación y respeto hacia el medio ambiente. Además se ha comprobado que los menores con menos contacto con el mundo natural, tienden a ser más obsesos (no salen a jugar a los parques) y sufren más trastorno de hiperactividad".
Por si fuera poco, cuando los niños se encuentran en un entorno natural, les es más fácil enfrentarse a situaciones adversas.
Para realizar este estudio, han participado 172 niños y niñas de entre 10 y 12 años de cuatro colegios de Cuenca. Se evaluó la cantidad de acceso a la naturaleza que tiene cada uno de los niños y el estrés que perciben.
Tras este procedimiento, se llegó a la conclusión de que en la mayoría de los niños influye positivamente vivir en el campo, que las ventanas del colegio tengan vistas a un jardín y que el patio de la escuela cuente con elementos naturales.
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¿Estáis de acuerdo con este estudio? ¿Creéis que la naturaleza influye en la felicidad y en la salud de los niños?
Foto e información: El Mundo