La tecnología en las comunicaciones ha logrado el milagro de acercar a los que están distantes, pero alejar a los que están cerca. Llenar la soledad de algunos, pero al mismo tiempo aislarlos más. Ha hecho familias mudas desconectadas emocionalmente. Puede ser fuente de información, de ocio y distracción, pero debemos darle un propósito sin convertirla en imprescindible, más si en parte de la vida cotidiana, sin perdernos de los momentos del día a día que pasan y se van.
Siempre tengo presente un día que estaba cuidando a Luis Mario, el hijo de mi hermana, creadora de este blog, y mientras el veía sus comiquitas yo chateaba con quien sabe quién y cuando por fin pude levantarme para ver que hacía, lo vi dormidito con su disfraz de Bob el constructor que era el programa que veía en ese momento, siempre tenía un disfraz o juguete alusivo al programa que veía, y con sus zapaticos de conejitos verdes, y me sentí triste; y si pudiera retroceder el tiempo habría cerrado la computadora y compartido ese momento con el hasta que se quedara dormido. Más aun cuando era una etapa en la que era muy expresivo y le gustaba compartir sus juegos. Pero todo va cambiando.
Es una gran herramienta para compartir nuestros intereses y gustos y opiniones lo que también permite revisarlos en el tiempo y ver como también van cambiando.
Creo que tengo 14 años sin televisor, lo regale y aunque parezca increíble, no me hace falta. Tengo mi computadora que me ha dado momentos buenos y no tan buenos. Hoy en día cualquier actividad la podemos compartir a través de una página o un grupo y nutrirnos con la retroalimentación. Conseguir información rápida y actualizada. En fin, si no puedes contra el enemigo únete a él tomando lo q te interese y te beneficie.
Los niños necesitan limites porque no tienen la madurez de discernir. Si yo tuviera un niño veríamos las comiquitas juntos, jugaríamos mucho; los animales y la música serian parte de nuestra vida desde bebe, con la música para relajar y dormir. Pero limitaría su acceso a la tecnología por el mayor tiempo posible y cuando ya sea inevitable pondría horario restringido.
Le ensenaría que hay cosas buenas y bonitas y no tan buenas por descubrir pero que lo importante está al alcance de su mano en su mente y su corazón y las personas que quiere y le quieren, en la magia de las pequeñas cosas del día a día, en la naturaleza.
¡Me encanta que a Luis Mario le gusten los videos de chistes porque creo que la risa hace bien al alma!
Escrita por Kendy Boscan